Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que se celebrarán del 5 al 21 de agosto, son los primeros que se realizarán en América del Sur y tienen sus particularidades. La caótica y cambiante situación política de Brasil, las preocupaciones por el virus de Zika y las preocupaciones de seguridad contribuyen a que personas de varios países, incluido Estados Unidos, estén pensando dos veces antes de comprar boletos de avión para las olimpiadas.
Una encuesta a los agentes de viajes realizada por la compañía Trisept Solutions mostró que el 63 por ciento de ellos había observado menos interés en estos juegos que en los anteriores celebrados en destinos como Londres y Pekín, y el 88 por ciento declaró que no había visto un aumento en el interés por viajar a Río durante el evento.
Y aunque esto sea una mala noticia para algunos es una buena noticia para quienes decidan ir a los juegos, pues podrán encontrar ofertas y varias maneras de ahorrar, incluso a dos meses la inauguración.
“En el caso de los estadounidenses, un dólar fuerte debería ser un factor importante para reservar su viaje a Brasil”, comentó João Rodrigues, ejecutivo de FSB, la empresa que maneja las relaciones públicas con Estados Unidos en la Junta Brasileña de Turismo. El fortalecimiento del dólar (que ahora vale 3,4 reales brasileños, en comparación con los 2,26 de hace dos años, durante el Mundial), y la recesión económica de Brasil genera una significativa baja en los precios para los estadounidenses.
Si se trata de llegar a Río, las tarifas aéreas siguen siendo económicas. “La tarifa ha sido, de manera constante, mucho menos cara de lo que fue para el Mundial, incluso menos cara que para pasar el Año Nuevo en Río”, explicó Julia Carter, directora de ventas en Brazil Nuts, una operadora turística con sede en Estados Unidos que se especializa en América del Sur.
Su agencia ofrece paquetes de avión y hospedaje a 2599 dólares por persona durante cinco noches en un hotel de Ipanema, con vuelo directo entre Miami y Río. No incluye entradas a los eventos ni comodidades adicionales, pero es suficiente para que los visitantes inicien la aventura.
Ahorrar más en el vuelo podría significar perderse el inicio de los juegos pero, aun así, quizá valga la pena. Aislyn Greene, la editora sudamericana de la revista Afar, afirmó que se pueden encontrar gangas si están dispuesto a llegar después de la ceremonia inaugural.
“Lo que descubrimos es que los precios bajaban unos 300 dólares después del 7 de agosto, así que ahí está una forma de conseguir un buen precio: ir antes o después. Otra opción, si de verdad quieren llegar a la ceremonia inaugural, es volar a un aeropuerto alternativo, como el de São Paulo.
Los vuelos a este destino cuestan hasta un 50 por ciento menos que los que van a Río y desde allí se puede tomar fácilmente otro vuelo de una hora por 100 dólares. São Paulo es una ciudad interesante; vale la pena pasar algún tiempo allá. Además, si quieren ir a los paralímpicos, los vuelos son mucho más baratos”.
En cuanto al hotel, en este momento solo hay de nivel medio y bajo; los de cinco estrellas están todos reservados. Sin embargo, Carter afirma que los precios de los hoteles de tres estrellas están bajando.
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