La crisis humanitaria ha ocasionado que enfermarse en Venezuela de una simple gripe, sea tan complicado como el no conseguir alimentos en los anaqueles de los mercados.
Contar con la capital más violenta del mundo y tener epidemias que ya se habían controlado como el paludismo, la tuberculosis, la A-H1N1, la viruela o el dengue; y de tratar nuevas como el zika, se ha vuelto un obstáculo para los centros de salud del país, debido a la falta de insumos.
Sin embargo, a esta escasez de medicinas, materiales médico-quirúrgicos y las condiciones físicas de las instalaciones en los hospitales se le ha sumado otro mal: la falta de ambulancias en los centros de salud de capital.
“Para un hospital que atiende en promedio 2.000 pacientes diariamente, una ambulancia no se da abasto para todo el hospital”, dijo uno de los trabajadores del Hospital Dr. Miguel Pérez Carreño, uno de los centros de salud que más se ha visto afectado por la falta de unidades.
Acumuladas en estacionamientos
En el Hospital Ana Francisca Pérez de León, en el municipio Sucre, la situación es más preocupante. Este centro de salud cuenta con dos ambulancias, sin embargo ambas están estacionadas a la espera de compra de cauchos y repuestos que permitan su funcionamiento.
“Triste, crítica y deplorable en todos los sentidos la situación que se vive en este lugar por la falta de ambulancias. Esta situación se vive aquí desde hace dos años”, explicó uno de los trabajadores del lugar que prefirió dejar su nombre en el anonimato. Aseguró que los pacientes afectados deben pagar por un autobús, taxi o por un servicio privado de ambulancias para que los trasladen.
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