Aunque los funcionarios públicos de alto nivel se empeñan en negar la crisis humanitaria que vive Venezuela, la gran tragedia social de alimentación y salud la podemos percibir día a día en las calles: crece el número de indigentes y cada vez es más frecuente ver a la gente hurgando en la basura. Esto no es reseñado por los medios de comunicación de masas por la censura y autocensura que se ha impuesto a través de las presiones a los dueños de canales, radioemisoras y portales informativos de amplia audiencia. Hacer que el mundo se entere de lo que vivimos millones de venezolanos, y en especial los pobres de nuestro país, es tarea de todos difundiendo estos videos e informaciones.
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