Después de las revelaciones y las enormes vueltas de tuerca de la semana pasada, es lógico pensar que Game of Thrones se tomaría algún tiempo para continuar desgranando sus historias antes de seguir con ellas. Pero “Oathbreaker” estuvo a la altura de lo que hemos visto hasta ahora en esta sexta temporada: el tiempo apremia y el elenco se achica. A continuación, lo que descubrimos en este capítulo. (¡ ATENCION:HAY SPOILERS SI NO VIERON EL CAPITULO NO SIGAN LEYENDO ESTA NOTA!).
La hora de la madre
El hecho de que el tercer episodio de la temporada de la serie se emitiera el Día de la Madre en los Estados Unidos puso a varios en alerta ante la posibilidad de develar uno de los grandes misterios de la historia creada por George R. R. Martin: el parentesco de Jon Snow (Kit Harington). Y, aunque esto no ocurrió aún, el episodio no sólo se centró en aquellos que rompieron la palabra empeñada en sentido literal o metafórico, sino también en dos de las madres menos convencionales de esta historia, Daenerys Targaryen y Cersei Lannister.
Dado que la teoría más popular acerca de quienes son los verdaderos padres de Jon Snow tuvo un primer empujón con la aparición de Lyanna Stark en capítulos anteriores, no sorprendió demasiado que en un nuevo viaje en el tiempo de Bran Stark junto al Cuervo de Tres Ojos (cuyo linaje se discute en más de una oportunidad en los libros, pero no aquí), los llevara de nuevo a una de las páginas más oscuras de la historia de su familia, al pie de la llamada Torre de la Alegría. Allí termina el reinado de los Targaryen y comienza el del Usurpador, Robert Baratheon.
Allí, Bran pudo ver cómo Ned no batió en duelo, como siempre afirmó, al célebre espadachín Ser Arthur Dayne sino que fue Howland Reed (el padre de Meera, explica el Cuervo didácticamente), quien lo ultimó a traición. “¿Qué hay en la Torre?”, le pregunta el joven a su maestro tras gritarle a su padre muerto a través de las décadas y lograr, aparentemente, detenerlo en su avance. Es lo que esperamos poder contestar: cuán correcta es la ecuación R+L=J. Por lo pronto, parece que el destino del joven Bran no es reemplazar en el árbol al Cuervo, quien afirma que se irá pronto del Bosque de los Primeros Hombres, pero antes de irse “debe aprender todo”. Es un alivio.
Si bien Ned Stark se revela menos honorable de lo que sus hijos lo creyeron, el verdadero “quebrador de promesas” es, aparentemente, Jon Snow. Tras ejecutar a sus asesinos, incluyendo al adorable Olly (la escena es bastante explícita en los efectos físicos de la horca), le deja el manto de Lord Comandante a su ladero Edd. En realidad, como dice el juramento, su lealtad a la Guardia de la Noche concluye con la muerte, por lo que realmente su resurrección lo libera de esas cadenas.
Arya parece haber abandonado su identidad, su familia y su venganza, al menos por ahora, pero su joven entrenadora parecía demasiado interesada en su lista de enemigos, y en que identificara correctamente a sus hermanos y medio hermanos. Pero ya es “nadie”, tiene su entrenamientos de asesina y la vista de regreso ¿Los usará pronto?
¿Lo seguirán en su camino los Salvajes, a los que ha salvado de una muerte segura y ahora lo consideran un dios? ¿Se encontrará a tiempo con su hermana Sansa, que se dirige hacia el Castillo Negro, quizá para pedirle ayuda para reconquistar el Norte, capitalizando las enseñanzas políticas de su “tío” Littlefinger? ¿O Snow irá a directamente a Winterfell a librar a Westeros de la maldad de Ramsay Bolton, ahora carcelero de su hermanito Rickon Stark?
La Madre de Dragones también ha roto una promesa: aquella que dice que toda khaleesi viuda debe recluirse en el templo de la única ciudad de los Dothraki. Nuevamente prisionera y sola, Daenerys enfrenta una suerte de juicio de sus pares que, esperemos, pueda resolver sin la ayuda de sus escuderos y amantes (y antes de que Tyrion y Varys deban enfrentar a los muchos enemigos que quedaron en la ciudad), ahora que descubrieron que eran financiados por el resto de los reinos esclavistas que rodean Mereen.
Mientras Tommen Lannister enfrenta al Septon (un gran trabajo de Jonathan Price) por amor a su madre, ésta y Jamie deciden tomar el Consejo por asalto para deshacerse de sus enemigos en King’s Landing. El regreso de Diana Rigg como la Reina de Espinas, que se sumó al Consejo para tratar de rescatar a su nieta Margaery, trajo consigo un diálogo memorable: “No eres la reina porque no estás casada con el rey -le espeta al personaje de Lena Headey-. Entiendo que en tu familia pueda haber alguna confusión con esos temas”. La respuesta de Cersei seguramente será menos política y más pragmática. Se verá.