Estos pequeños autómatas se despliegan en el estómago para limpiarlo de objetos extraños o “parchear” una herida, tras lo cual desaparecen automáticamente sin dejar rastro.
Parecen salidos directamente de la fábrica de juguetes de Takara o, por qué no, de la retorcida obra de Michael Bay. Pero no. Los robot origami son en realidad una de las herramientas más punteras de la medicina moderna. Gracias a estos pequeños “transformers”, algunos de los procedimientos más comunes podrían convertirse en un proceso menos invasivo, más rápido y seguro. El futuro de estos pequeños robots se augura brillante, tal y como muestra un reciente vídeo del MIT dónde explican como su pequeño robot origami es capaz de eliminar una pila de botón y lo demuestran con un estómago artificial. Así es como lucen estos autómatas.
Extrayendo pilas, limpiando estómagos
Un extenso equipo formado por investigadores del MIT, la Universidad de Sheffield y el Instituto Tecnológico de Tokyo han presentado un interesante vídeo donde un pequeño robot origami es tragado a través de un esófago y activado en el estómago, donde se desplaza y se hace con una pila de botón. Tras esto, la pila es extraída. Por supuesto, el estómago y el esófago son artificiales. Pero sirven como prueba piloto sobre cómo habría de funcionar el robot origami en un caso real. Para poder realizar su trabajo, el robot es introducido en una píldora. Una vez dentro, la cápsula se deshace y el robot es liberado y se desdobla, desplegándose. De esta manera, comienza a desplazarse por las paredes del estómago. Para ello se emplean campos magnéticos que dirigen al robot origami hacia su destino. Cuando se sitúa en la posición adecuada, sobre la pila por ejemplo, el robot puede volver a plegarse o realizar otra acción, atrapando la pila, que será sacada gracias al propio robot.
Todos los años se dan miles de casos de cuerpos extraños de pequeño tamaño (como las pilas de botón) tragados por niños. En vez de realizar un procedimiento quirúrgico de lavado de estómago, un robot origami podría encargarse de realizar la tarea de una manera más cómoda para el paciente. Pero no sólo sirven para limpiar estómagos. Las posibilidades de estos robots origami son muchas. Pueden, por ejemplo, ayudar a cerrar una herida provocada por una úlcera. O administrar localmente una medicina concreta para mejorar el tratamiento. Las posibilidades son muchísimas, tal y como explican los investigadores.
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