Si quieres volver a saber como era la ‘home’ de Google cuando no tenía publicidad, busca pornografía o contactos sexuales. El buscador ha empezado a prohibir los anuncios con contenido sexual explícito o servicios íntimos con profesionales. Sin embargo, a sus censores aún se les escapan algunos.
La medida no es nueva, en marzo Google anunció cambios en su servicio de AdWords, los anuncios que aparecen en muchas páginas web y en especial en el buscador, destacados arriba, a la derecha o en la parte inferior del site y que son una de las principales fuentes de ingresos de la empresa. Esos cambios, que entran en vigor ahora, advertían de que todo anuncio con imágenes de contenido sexual explícito sería rechazado.
Pero también otros que, aún sin mostrar ninguna imagen, promocionen “servicios que podrían ser interpretados como el ofrecimiento de actos sexuales a cambio de una remuneración”. Así que las casas de citas, los gigolós profesionales o los masajes con final feliz ya no se pueden anunciar en Google.
De ahí que una búsqueda de, por ejemplo, los términos ‘masajes Barcelona’ devuelve una imagen como la siguiente, llena de anuncios por todos lados.
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