Luis Javier Díaz y Luis Díaz, padre e hijo acusados de lavar -al menos- 100 millones de dólares a funcionarios del gobierno de Venezuela, pasaron a ser testigos protegidos del gobierno de Estados Unidos luego de que la Corte del Distrito Sur de Nueva York cerrara su caso el pasado viernes 17 de febrero.
Quienes usaron una empresa de venta de materiales de construcción ubicada en ciudad Doral para completar la operación con el gobierno de Venezuela, aceptaron cooperar con las autoridades estadounidenses.
“Gracias al acuerdo de cooperación, los acusados pasarían a convertirse en testigos protegidos del gobierno estadounidense y, por ello, estarían obligados a entregar a la fiscalía presidida por Preet Bharara toda la información relacionada con sus clientes, de los cuales la gran mayoría están ligados al gobierno venezolano”, informó la periodista Maibort Petit.
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