Esa noche del martes 7 de noviembre caía un torrencial aguacero en la plaza Francia de Altamira. La gente corría de un lado a otro para evitar empaparse, otros se resguardaban bajo el imponente techo del Hotel Caracas Palace, situado cerca de la concurrida plazoleta.

Un grupo de periodistas aguardaban en las inmediaciones del hotel, mientras pasaba aquel aguacero, que inundaba a Caracas. Varios se congregaron en grupos para iniciar la conversa sobre la persona que iban a entrevistar, se trataba del reportero gráfico, Jesús Medina, quien había permanecido dos días y tres horas secuestrado y luego fue liberado la noche del lunes 6 de noviembre en la autopista Caracas-La Guaira.

El reportero se presentó en el lugar pautado, plaza Francia de Altamira, cuando ya la lluvia se había apaciguado, pasadas las 6:00 de la tarde. Vestía una chaqueta militar, una gorra tricolor y se lograban apreciar en su cara las marcas que dejaron sus captores durante su cautiverio.

Sus compañeros se acercaron a él para brindarles su apoyo, recibía y aceptaba las muestras de cariño, entre ellas la de la periodista Nitu Pérez Osuna, quien abrazó y le ofreció unas palabras al reportero gráfico. Luego el flash de las cámaras, las luces incandescentes, los teléfonos y las grabadoras se hicieron presente y Medina comenzó a relatar los hechos.

El comunicador social narró que se encontraba en una unidad de transporte público en Boleíta, parroquia Leoncio Martínez, municipio Sucre del estado Miranda, cuando el vehículo fue interceptado por tres carros, de donde se bajaron hombres con armas largas que obligaron a bajar a los “masculinos” y luego preguntaron que si él era Jesús Medina y el reportero contestó que sí. Posteriormente lo obligaron a acompañarlos y se fueron del lugar. Antes de ello Medina se comunicó con su colega Mildred Manrique para informarle lo ocurrido.

Los periodistas en el sitio de declaración, ante ciertas dudas, comenzaron a interrogarlo de cómo fue su cautiverio. Reveló que en el sitio a donde fue llevado lo mantuvieron encapuchado, mientras sus captores se encontraban con él y cuando salían le permitían quitarse la capucha.

Durante su proceso de liberación el periodista dio a conocer a los reporteros que fue llevado en un vehículo que estuvo transitando por una carretera por al menos tres horas. Luego lo bajaron del carro y lo obligaron a caminar hasta una quebrada, donde le colocaron un arma en la cabeza para asustarlo y luego se fueron del lugar. Medina reseñó que caminó hasta que se dio cuenta de que estaba en la autopista Caracas-La Guaira.

Tras contar su historia, Medina dijo que tenía que irse de la plaza Francia para resguardarse y le agradeció a los medios por su asistencia. Antes de marcharse recibió el abrazo y las palabras de aliento de varios periodistas. Luego se registró un momento muy emotivo en el que el reportero abrazó al adolescente de 15 años, a quien había entrevistado recientemente porque vendía dibujos en el Metro de Caracas. Este menor de edad había organizado una jornada de oración en la plaza antes de que fuera encontrado con vida el comunicador social.

EL COOPERANTE

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