El rechazo a las elecciones presidenciales convocadas para este 20 de mayo continúa. Alrededor de 200 personas respondieron este miércoles al llamado del Frente Amplio Venezuela Libre para marchar hacia la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) para manifestar su desapruebo a los comicios fijados por la Asamblea Nacional Constituyente a través del Consejo Nacional Electoral.

Países de la región e importantes organizaciones ya han advertido que no reconocerán los resultados que anuncie la presidenta electoral Tibisay Lucena al finalizar la jornada que se desarrollará dentro de cuatro días. Sin embargo, el gobierno de Nicolás Maduro no da marcha atrás y pretende mantenerse en el poder.

El llamado realizado por el frente para asistir ante el organismo internacional reflejó una mayor respuesta por parte de los venezolanos en comparación a convocatorias anteriores, en donde apenas han asistido algunos venezolanos. El partido Primero Justicia movilizó gente desde sectores cercanos a la capital y las universidades también movilizaron sus bases.

Los dirigentes opositores entregaron ante la OEA un documento en el que le solicitan mayor presión internacional y que no se reconozcan los resultados en caso de que el madurismo no cambie la fecha de los comicios. “El pueblo quiere votar, pero estas no son elecciones”, aseveró la diputada a la Asamblea Nacional, Delsa Solórzano.

“Nosotros no podemos someternos a la disyuntivas abstencionistas y no abstencionistas. Nosotros no somos abstencionistas, nosotros queremos votar, pero estas no son elecciones”, prosiguió la parlamentaria. En días pasados, Luis Almagro, secretario general de la OEA, alertó que la situación venezolana podría empeorar si se llegan a concretar las elecciones del 20 de mayo y advirtió que “es previsible que se consolide el poder dictatorial del actual régimen”.

La Mesa de la Unidad Democrática se negó a postular a un candidato porque consideró que el proceso estaba viciado y no ofrece transparencia ni libertad a los votantes. Además, de la inhabilitación de dirigentes opositores y partidos políticos.

Los llamados a manifestar por parte de la oposición venezolana habían perdido credibilidad luego de que se “enfriaran” las calles en el 2017, año en el que miles de ciudadanos se abocaron a protestar constantemente en contra del gobierno de Maduro. Los actos de calle dejaron más de 150 fallecidos y cientos de heridos a causa de la fuerte represión por parte de los organismos de seguridad del Estado.

EL COOPERANTE

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