Aunque las marcas de manos ensangrentadas ya estaban secas en la pared, su olor seguía siendo penetrante. Las gotas rojizas también impregnaban el suelo y opacan las flores que están en la casa de la familia Rodríguez. Todos estos rastros guiaban a lo mismo: un dantesco crimen que enluta a una familia al inicio de las fechas navideñas, con un dolor y una cicatriz mortífera.
Lysaura Fuentes / EL COOPERANTE
En la urbanización Colinas de Las Rosas, sector Las Rosas, situada en Guatire, estado Miranda, todos los vecinos hablaban de esa noche del 13 de diciembre. Se decían entre murmullos que los gritos y llantos no los dejaron dormir. Estos provenían de la casa número 184 “Caridad”, donde vivía una familia muy conocida en la zona.

Esa noche los vecinos se sentían desesperados por saber qué estaba pasando, pensaron en acercarse a la casa, tras dejar de escuchar aquellos gritos escalofriantes, que guardaban un secreto a punto de develarse.
Se acercaron a la casa número 184 “Caridad” para verificar lo que estaba ocurriendo. Antes de entrar, una joven los sorprendió. Estaba toda mal herida, tenía varios tajos en su cuerpo y cubierta de sangre. Uno de los vecinos la trasladó inmediatamente a un centro médico cercano, mientras que otros ingresaron a la vivienda. En ese momento algo los dejó sin aliento. En el porche se encontraron el cadáver de una mujer que yacía en un charco de sangre. Caminaron un poco más y hallaron el cuerpo de un hombre y de último el de un adolescente.

Los vecinos al verificar a fondo la casa se encontraron con una pequeña de tres años, que estaba en posición fetal, muerta de miedo. Unos la sacaron del sitio y otros se quedaron merodeando en la vivienda. En ese instante, observaron a un hombre que estaba arrodillado en una esquina de la casa con un cuchillo ensangrentado en la mano. Los residentes sabían que él había sido el homicida, por lo que lo agarraron y comenzaron a golpearlo brutalmente, intentaron lincharlo, pero fueron interrumpidos por uniformados, quienes se llevaron detenido al sujeto.
Un cumpleaños con un diablo en medio
David Rodríguez estaba regocijado por estar celebrando su cumpleaños número 60, junto a su hijo David Rodríguez, de 21 años, su sobrina María Alejandra Rodríguez Caña, de 32, la bebé de esta, de tres años y su otra sobrina Rosa Angélica Rodríguez, de 22, en su casa identificada como 184 “Caridad”.

Todo era perfecto. Disfrutaban de una reunión familiar, donde a pesar de que habían pocas personas, no les importó y celebraron con música y una que otra bebida alcohólica. Nada podría empañar esta celebración hasta que llegó el sobrino de David Rodríguez, identificado como Dargluis José Cisnero Contreras, de 24 años.
Dargluis se acercó a su tío y le pidió -de forma amenazadora- dinero para comprarles unos juguetes a sus hijos y regalárselos el 24 de diciembre. El sexagenario se negó a entregarle el dinero, una situación que enfureció a Dargluis. Él le gritaba a su tío que le diera el dinero, pero este se negaba.

En ese instante de furia, Dargluis no estaba solo, le gritaba a su tío que tenía sombras negras a su alrededor que le decían que lo matara. Le vociferaba: “El Diablo me dice que te mate”.
En ese momento, todos los que se encontraban en el lugar comenzaron a manifestar su temor. David intentó salir de su casa con su familia, pero Dargluis se lo impidió. Al primero que agarró fue a él. Lo sometió y le clavó un cuchillo en su pecho, siguió enfurecido y afirmó que el Diablo le dijo que lo matara. Le clavó otro y siguió desenfrenadamente clavando el objeto filoso hasta que el sexagenario no respiró más.

Dargluis no había terminado allí, fue hasta donde se encontraba María Alejandra y no tuvo piedad con ella, le clavó múltiples veces el cuchillo en varias partes de su cuerpo, mientras que ella suplicaba por su vida, le decía: “no me mates, no me mates”, pero él continúo endemoniado apuñalando a la dama hasta que se apagó su vida. Mientras que esto pasaba la hija de tres años de la fémina, observó aquella escena de muerte.

Dargluis presuntamente fue acompañado al lugar del crimen junto con otra persona, quien fue la que al parecer acabó con la vida del hijo del sexagenario, David Rodríguez, de 21 años de edad, propinándole múltiples golpes en su cabeza con un objeto contundente, aunque los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) continúan con las pesquisas del caso. Mientras que Rosa Angélica Rodríguez (22) fue la mujer que fue rescatada por los vecinos.
Este sujeto, quien afirmaba que estaba poseído por el diablo, dejó en una familia una huella de muerte que nunca lograrán borrar.


