Eduardo González Arenas, más conocido como“Eddie”, lideró una secta muy temible y disparatada. Él se hacía llamar como el líder espiritual que venía de otro planeta a guiar a los “elegidos” por la senda correcta para poder llegar a la “tierra prometida“. Dicha secta se llamaba Edelweiss y captaba a niños desde los 11 años. Todo se descubrió en 1991 cuando fueron procesados por el delito de corrupción de menores en España. La secta ponía como pretexto fomentar el deporte y contacto con la naturaleza para obtener el permiso de los padres e ir de excursiones en la montaña para “observar las estrellas” y tener “inocentes juegos alrededor de una fogata”.

Las reuniones del grupo se realizaban en una parroquia cercana y bajo el alero de la iglesia. En 1984 se desarticuló el grupo y comenzaron a hacerse conocidos los horrores que habían cometido. El hombre los convencía diciendo que venía de los planetas Nazar y Delhais, que era una especie de paraíso que esperaba por ellos en el espacio. Él utilizaba historias de esos planetas para incitar sexualmente a los jóvenes. Los sodomizaba y acariciaba lascivamente.
Se descubrió que en las excursiones los menores eran castigados si se negaban a tener relaciones con sus superiores. El caso llegó a la prensa y los diarios lo llamaron ‘el extraterrestre’ debido a sus historias de planetas lejanos y a que él mismo decía venir de uno de ellos.
El hombre fue sentenciado a 168 años de cárcel por el delito de corrupción a 28 menores de edad.