La venezolana en Florida, EE. UU., Amarilis Corvaia, espero junto a su familia hasta el último momento para desalojar lo que era su hogar en Tampa Bay.
“Desde que comenzó el avance de la tormenta por el Mar Caribe, lo que hicimos fue proveernos de agua y comida para quedarnos en la casa, no pensábamos dejarla” declaró Corvaia, a el diario La Verdad.
Según comentó el sábado en la madrugada un despliegue del ejército y varios organismos de seguridad sonaron las alarmas del lugar donde vivía. “Eran cornetas como de película, llegaron a cada casa y comenzaron a desalojarnos obligatoriamente nos dijeron que este era el punto más peligroso del paso de la tormenta” destacó.
Amarilis agarró a sus tres hijos y algunas cosas básicas para vivir, se montó a su carro camino al centro del estado un lugar llamado Tallahasse, “aquí llegamos porque no podía manejar más, nos encontramos con muchos venezolanos que tuvieron que dejar sus casas por el peligro que representaba quedarse”.
Una cantidad importante prefirieron quedarse en su viviendas y aguantar el paso de huracán Irma, algunos por no dejara atrás a sus mascotas y otros por seguir arraigados a sus costumbres. En Tallahasse se están habilitando refugios para las personas que fueron evacuada.
“Tenemos miedo de lo que nos vamos a conseguir al llegar después que pase todo esto, pero la seguridad de mis hijos es mas importante” concluyó.
