Los Teques.- 24 horas. Ese fue el tiempo aproximado que permaneció tendido el cadáver de un hombre en un barranco de Cortada del Guayabo, municipio Guaicaipuro el domingo 30 de octubre ¿La razón? En la morgue capitalina no contaban con furgonetas disponibles.

Indagar las razones resulta cuesta arriba. Siendo fuente oficial la orden de no dar información a la prensa, según reconoce el personal de guardia, que seguidamente pide a periodista y al fotógrafo retirarse de las instalaciones para que no les llamen la atención.

Funerarios consultados, a quienes eventualmente desalojan del estacionamiento pese a que en ocasiones son los que ayudan en el traslado de cadáveres, dicen que este año han visto dos unidades nuevas rotuladas del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses, “pero solo una está operativa, lo que lleva a que los cuerpos pasen horas tirados en las calles porque en un sábado o domingo tan solo en Los Teques pueden registrarse cinco muertes violentas y estamos hablando de un carro para todo el estado Miranda”, dijo quien se amparó en el anonimato “para no ser etiquetado de sapo”.

“Uno escucha y sabe que no escapan a los problemas de escasez de repuestos, solo que no lo reconocen abiertamente porque son Gobierno (…) Han parado unidades porque no cuentan con los principales insumos automotores que escasean en el país. Igualmente se escucha el calvario que viven los parientes de los difuntos, a quienes se ve yendo y viniendo para reportar que su familiar está muerto en alguna comunidad tras ser alcanzado por una bala o caer sin signos vitales tras recibir una puñalada en medio de una riña”, señaló la fuente.

Tal fue el caso de la familia de Omar Artulio Caliz Agüero (39) ultimado la primera semana de agosto en el barrio Guaremal tras ser alcanzado por una bala en la cabeza y otra en el pecho al quedar atrapado en la línea de fuego de efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) Los Teques, la cual acudió al menos una decena de veces a la medicatura a pedir que levantaran el cadáver.

El cuerpo fue custodiado durante 24 horas por sus parientes, quienes incluso ofrecieron trasladarlo en un carro particular, oferta que fue rechazada por los funcionarios de inmediato por tratarse de un homicidio, según relató la hermana del fallecido en las afueras de la morgue, donde vivió un doble trauma debido a que tuvo que esperar otras 24 horas para que realizaran la autopsia y así darle santa sepultura a su ser querido.

“Nadie sabe lo que es salir corriendo cuando te dicen que mataron a tu hermano y menos saben qué es tener que pasar la noche con su cadáver porque en la morgue no cuentan con carros para buscarlo. Es una burla lo que estamos viviendo, ya no se respeta ni a los muertos”, atajó la hermana de Caliz.

Tema delicado

En medio de la desesperación ante la falta de respuesta rápida para efectuar los traslados, los familiares y conocidos llaman a los cuerpos de bomberos, Protección Civil (PC) y cuerpos de rescate que cuentan con ambulancias para que los asistan, pero las unidades de estas instituciones están destinadas al traslado de pacientes, no de cadáveres.

“Es un tema delicado”, dijo al interrogarle al respecto Víctor Lira, director de PC Miranda, quien detalló que incluso ha llegado a tribunales casos en los cuales se disponen de ambulancias para remoción de cadáveres. “La ley es muy sancionatoria: una cosa es que uno esté trasladando a una víctima de un accidente de tránsito y fallezca en el recorrido al centro asistencial y otra muy distinta que se proceda a trasladar a un cuerpo que esté en la vía pública”.

En el caso de los bomberos, uniformados consultados señalaron que prestan apoyo cuando se trata de fallecidos localizados en zonas de difícil acceso, como bosques frondosos, ríos y quebradas. “Son casos excepcionales y el cuerpo se traslada hasta la furgoneta o el funerario (…) Las ambulancias son para los pacientes no para cadáveres porque incumple con las normas sanitarias que deben mantenerse”, atajó el entrevistado, quien pidió la reserva de su identidad por no estar autorizado a declarar.

“Medicaturas, policías, bomberos y PC del país afrontan la misma realidad: hay un cementerio de unidades paralizadas por escasez de autopartes. En los bomberos de Miranda esta semana se reactivaron dos que estaban de mantenimiento. Paradójicamente hay presupuesto pero no se encuentran cosas tan básicas como cauchos y baterías, realidad que se ha venido agudizando los últimos dos años y que afecta la calidad del servicio y la capacidad de respuesta.

EL UNIVERSAL

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