Cuando has encontrado la técnica que te lleva al orgasmo, seguro no querrás experimentar con otras; pero si supieras que seguir una rutina podría arruinar tu deseo sexual, seguro intentarías cosas nuevas. Sin importar qué estilo tengas con el autoplacer, tus sesiones a solas podrían mejorar ¡en instantes!
- Circular: Si te encanta la estimulación del clítoris, pero la presión prolongada es muy intensa, trata de hacer movimientos circulares para estimular todos las terminaciones nerviosas. Para esta técnica, acuéstate, siéntate o, de pie, abre las piernas para tener libre acceso a tu vagina y haz movimientos circulares alrededor del clítoris. Empieza lento y, dependiendo de la reacción, acelera el ritmo y la presión.
- Contra el sillón: Solo porque estés sola no quiere decir que no puedas estar arriba de ‘algo’. Sube al brazo de un sillón con una sábana gruesa o una toalla y empieza a hacer movimientos de cadera para estimular el clítoris. Con el rimo adecuado y la presión correcta, el orgasmo será sólido y placentero.
- Punto G: El punto G es todo un tema; algunos lo desconocen, otros creen que no existe, y hay chicas que juran que es lo mejor del mundo. Sin embargo, tú no deberías desechar la idea hasta probarla. Acuéstate en la cama, sube las rodillas hacia tu pecho y con tus dedos ya dentro presiona la pared frontal de tu zona íntima.
- Boca abajo: Con esta simple técnica de masturbación. Solo tienes que acostarte boca a abajo con tu mano firmemente colocada entre tus piernas para estimular tu clítoris y pubis. Podrás moverte para estimular con ritmo, o podrías poner abrir las piernas, poner una almohada sobre el vientre ¡y disfrutar!
- Tap dance: Si estimular el clítoris es lo que te gusta, cambia el ritmo. En lugar de hacer movimientos circulares, hazlos de arriba a abajo. Las sensaciones rápidas e intensas brindarán un cambio interesante. Para hacer esto, puedes acostarte de lado (una pierna extendida y una doblada) y estimular tu zona íntima.
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