1. Dolor
Hasta un tercio de las mujeres reporta sufrir algún tipo de dolor durante el sexo, de acuerdo con un estudio de Obstetrics and Gynecology. “La comunicación con tu pareja es la clave”, dice el terapeuta sexual Ian Kerner, autor de She Comes First. Aconseja que uses lubricante si sufres de resequedad vaginal, o cambies a la posición de girl on top.
¿Nada de esto te ayuda? Habla con tu médico. El sexo doloroso puede ser un síntoma de endometriosis o vulvodinia, un resultado de músculos pélvicos disfuncionales y un efecto secundario de algunos métodos anticonceptivos.
2. Sangrado
A lo mejor las cosas se salieron de control con exceso de lubricante y hayas desgarrado un tejido vaginal. O un indicador de una infección bacterial o enfermedad de transmisión sexual. En muy pocos casos puede ser ocasionado por un cáncer uterino.
Pero no te alteres, mejor llama a tu ginecólogo. Dile la cantidad y el color, dice la Dra. Jessica Shepherd, profesora de obstetricia y ginecología de la Universidad de Illinois en Chicago. La sangre oscura es el residuo de tu último periodo; si es rosada probablemente sea porque tu regla se encuentra por comenzar; sin embargo, la roja brillante puede ser señal de un problema de salud.
3. Gases
El aire que sale de tu vagina y las flatulencias también pueden aparecer. “La pared trasera de la vagina está por encima del recto”, dice la Dra. Mónica McHenry Svets, de la Clínica Cleveland. “Durante el sexo, esta pared se contrae”.
Los ejercicios Kegel (y el sentido del humor) pueden ayudar, pero si sucede frecuentemente visita a un terapeuta físico pélvico para asegurarte de que no tengas una disfunción en tus paredes pélvicas. No está de más.
4. Orina
Las mujeres que han dado a luz vaginalmente pueden sufrir de este problema durante el sexo, mas si no es tan significativo el llevar a cabo ejercicios Kegel, tres o cuatro veces a la semana, te puede ayudar.
Pero si nunca has estado embarazada es muy probable que al tener sexo apliques presión sobre tu vejiga, lo que te puede dar la sensación de orinar, dice Kerner.
Como siempre, es una buena idea vaciarla antes y después de cualquier tipo de acción sexual.
5. Llanto
Los orgasmos son un poderoso coctel de neuroquímicos que incluyen oxcitocinas, que pueden hacerte llorar. O la causa de tu llanto suele ser por “los problemas emocionales ocultos que tienes con el sexo o con tu pareja”, afirma Kerner.
Si crees que es la primera, comunícaselo a tu pareja para que no sienta que hizo algo malo. Para la segunda opción, un terapeuta con experiencia en sexualidad te ayudará a superarlo.