La población no está consciente de todas las enfermedades que pueden suceder en la piel de la mama y del pezón, tanto en mujeres como en hombres. Ésta representa una entidad importante desde el punto de vista cosmético, sexual y funcional; y es comúnmente afectada por diversos procesos inflamatorios y neoplásicos.
Las glándulas mamarias se ubican a lo largo de dos líneas lácteas, que se extienden en la superficie anterior del cuerpo: desde la axila hasta la ingle, existiendo típicamente un par. En la pubertad, por influencia hormonal del ovario, la mama femenina se agranda (principalmente debido a la acumulación de adipocitos), con cambios de acuerdo al ciclo menstrual, hasta la menopausia cuando se atrofia. De igual forma, si hay aumento de las mamas en niños pre-puber es indicativo de pubertad precoz.

La Dra. Ingrid Rivera, dermatólogo y pediatra de UNIMEL, explica: “las mamas son un lugar frecuente de tumores, que en su mayoría se presentan como masas palpables y en algunos casos con secreción a través del pezón, picazón, enrojecimiento, retracción o ulceración de la piel, con peor pronóstico si éstas características se presentan”. La enfermedad del pezón de Paget es una manifestación superficial de un tumor maligno de mama subyacente. Clínicamente aparece como placas unilaterales, bien delimitadas, rojas y con escamas que involucran la areola. También pueden presentar secreción clara o sanguinolenta, dolor, costras, picor, ardor, engrosamiento de la piel, ulceración, retracción del pezón y una masa de mama subyacente.

Es indispensable diferenciar la enfermedad del pezón de Paget de otras dermatosis más frecuentes como el eczema del pezón, psoriasis, dermatitis por contacto o por fricción en deportistas, hongos, morfea y otros tipos de cáncer como el carcinoma de células basales, la enfermedad de Bowen o melanomas. Una evaluación dermatológica orientará las posibles causas de lesiones en la piel de la mama, siendo la biopsia esencial para establecer el diagnóstico definitivo en algunos casos.

La Dra. Zulay Rivera, dermatólogo e internista de UNIMEL, comenta: “Desde el punto de vista estético, la mama es una característica sexual femenina atractiva y que también es sometida frecuentemente a un aumento y reducción de volumen por los embarazos y las cirugías, causando estrías de distensión y cicatrices”.
Las estrías recientes se ven de color rosado a violeta y pueden ser tratadas con peelings químicos y laser vascular, y las de larga data con laser fraccionado como el CO2 o Erbium y plasma rico en plaquetas. Por otro lado, las cicatrices pueden ser gruesas y anchas requiriendo tratamiento con láser fraccionado, y en caso de ser pigmentadas con láser diodo, combinado con láser Vbeam desde el día que se retiran los puntos para evitar las complicaciones de las cicatrices.

UNIMEL Unidad Médico Estético Laser.
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NOTA DE PRENSA

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