La AN autorizó designación del vicefiscal general Rafael González en un acto establecido en la Constitución pero inédito en 10 años. Un diputado del PSUV acudió
Tres imágenes y una palabra resumen la sesión de ayer de la Asamblea Nacional: la primera, la fiscal general, Luisa Ortega, estrechando la mano de la junta directiva del Parlamento; la segunda, el diputado del PSUV, Germán Ferrer, rodeado de sillas vacías en la bancada del Gran Polo Patriótico y acompañado solo por la imagen digitalizada de Simón Bolívar. La tercera, los aplausos de más de 96 diputados de la oposición al discurso de la fiscal Ortega contra los improperios que 7 seguidores de Nicolás Maduro le profirieron a su salida del Palacio Federal. La palabra del día: ciudadanía. “Ciudadana fiscal”, dijo Julio Borges, presidente del Parlamento; “ciudadanos diputados”, pronunció Ortega.
El único punto de la sesión fue autorizar la designación de Rafael González como vicefiscal general, de acuerdo con la Ley Orgánica del Ministerio Público. El objetivo: quitarle argumentos al Tribunal Supremo de Justicia que hoy prevé realizar la audiencia de antejuicio contra Ortega a la que señaló por incumplir el procedimiento en la designación del vicefiscal.
Las razones. Juan Matheus (PJ) dio a la cámara razones legales (Rafael González cumplió los requisitos constitucionales y académicos para el cargo) y políticas (el TSJ y la Defensoría del Pueblo buscan usurpar funciones del Ministerio Público) para aprobar la designación.
“Nicolás Maduro pretende acabar con el sistema acusatorio, potestad del Ministerio Público, para que la dictadura pueda apresar a los ciudadanos sin control”, alertó.
96 diputados de la MUD y uno del PSUV autorizaron el nombramiento de González. Acto seguido, Julio Borges (PJ) anunció a la fiscal general y al vicefiscal que estaban en el Palacio, mandó a buscarlos y le concedió el derecho de palabra a Luisa Ortega.
El llamado. “Quiero saludar a todos los diputados de Venezuela y al pueblo que los eligió. Creo que esta Asamblea está legitimada”, empezó diciendo Ortega.
“Debemos hacer grandes esfuerzos para que se retomen las vías institucionales y electorales y tiene que ser lo más pronto posible para evitar más muertes. Los llamo, ciudadanos diputados, para que juntos luchemos por la Constitución”, señaló.
Condenó la atropellada fiscalización de la Contraloría General contra el MP: “Estamos abiertos a todas las auditorías pero en el marco del respeto. No puede ser tipo OLP, tumbando puertas. Esa guarimba de ir a todas las sedes atropelladamente no contribuye a la paz”.
Por último, dio un mensaje de esperanza: “La oscuridad no dura para siempre ni logra extenderse en su totalidad. De nosotros depende que la razón y la unión se impongan”.
Al finalizar la intervención en la AN, la Fiscalía colgó en su portal web un mensaje grabado de casi 4 minutos en el que Ortega afirma que ante las “serias amenazas” que afronta la democracia, el MP “no se intimidará”. Llama a defender pacíficamente la Constitución y asegura que esa lucha “no tiene colores políticos”.
La despedida. El discurso de Ortega fue aplaudido serenamente por la cámara. No declaró a los medios al salir, pero González y Ferrer sí. González dijo que cualquier vicefiscal que designe el TSJ será nulo: “El procedimiento constitucional es el que acaba de cumplirse”.
Ferrer, que no asistía a la AN desde el 17 de enero, prometió noticias: “Hay otros diputados que seguramente se incorporarán”.
Ya en la esquina de San Francisco, Ortega saludó y sonrió a 7 oficialistas que la esperaban. “¡Corrupta, vendepatrias, ladrona!”, le gritaron sus otrora solidarios. A González también lo insultaron. Luis Florido (VP) fue embestido por una señora de unos 65 años que de no ser por la acción de la GNB, lo habría agredido físicamente. Ellos, los GNB, también recibieron improperios por evitar la agresión.