Para sorpresa de la oposición y de la comunidad internacional, el Gobierno venezolano autorizó en esta ocasión el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a visitar al líder de Voluntad Popular, Leopoldo López,en la cárcel militar donde cumple una condena de casi catorce años. Durante la inesperada reunión en el Centro Nacional de Procesados Militares de Ramo Verde, López trasladó a Zapatero un mensaje contundente frente a la posibilidad de cualquier cambalache político:«No negocio mi libertad por el referéndum revocatorio de Nicolás Maduro. Mi situación particular no forma parte de la ley de amnistía, ni de indultos presidenciales, ni de un diálogo nacional, ni de ninguna condición, ni del conjunto de peticiones que reclamamos al gobierno ante la comunidad internacional», aseguró el opositor, según explicó a ABC su abogado, Juan Carlos Gutiérrez.
La visita al preso político más emblemático de Venezuela se produce en un momento en que la oposición se encuentra bajo la amenaza de división: una parte rechaza un diálogo abstracto que no esté condicionado al revocatorio, y otros son partidarios de que la Organización de Estados Americanos (OEA) active la Carta Democrática contra Venezuela. Nadie se imaginaba que Zapatero –designado mediador por Unasur junto con los expresidentes Martín Torrijos (Panamá) y Leonel Fernández (República Dominicana) para conducir el diálogo nacional que buena parte de la oposición venezolana ve con desconfianza– pudiera entrar a la cárcel de Ramo Verde para conversar con Leopoldo López, cuando no lo han logrado líderes internacionales como Felipe González o Andrés Pastrana.
Leopoldo López Gil, padre del preso político, describió de este modo el encuentro en su cuenta de Twitter: «La reunión con Zapatero fue una sorpresa para Leopoldo. No sabemos quién ni para qué la permitieron. Solo sabemos que hubo una sorpresa».
El «emotivo e intenso» encuentro entre Zapatero y López se produjo el sábado por la mañana en la planta baja de la cárcel, en el Anexo B de Ramo Verde, en una oficina pequeña de 4 por 4 metros, con cámaras ocultas destinada a vigilar las visitas familiares del líder opositor. Adriana López, la hermana menor de Leopoldo, fue testigo de excepción de la sorpresiva reunión. Cuando menos se lo esperaban, el expresidente del gobierno español entró en la habitación acompañado por alcalde del municipio Libertador de la capital, el chavista Jorge Rodríguez. Esa misma tarde, Zapatero emprendió su regreso a la República Dominicana.
Gutiérrez cree que el político socialista español «quería calibrar a Leopoldo, conversar con él y saber de primera mano de qué madera está hecho». El abogado considera que Zapatero ha sido autorizado a visitar al preso político de Ramo Verde por las «influencias» que tiene sobre el régimen chavista. Aunque fuentes en contacto con la reunión aseguraron a Efe que el hecho de que José Luis Rodríguez Zapatero se haya convertido en el primer líder internacional en dialogar en prisión con Leopoldo López es una prueba de que las gestiones internacionales empiezan a mostrar unos primeros avances con miras a establecer un diálogo para tratar de salir de la grave crisis política, social y económica.
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