El economista José Guerra tuvo una intervención magistral en la Asamblea Nacional en la cual supo muy hábilmente demostrar con un ejemplo gráfico, claro y sencillo el deterioro en la capacidad de compra y la pérdida del poder adquisitivo del venezolano. Tomando un billete de cien bolívares en una mano y dos billetes de 50 y 10 en la otra, ejemplificó la dura realidad del trabajador venezolano y su indefensión frente al monstruo de la inflación.
Estas palabras hicieron explotar de la rabia al jefe de la bancada oficialista, el púber diputado Héctor Rodríguez, quien acusó al profesor y experto en finanzas públicas, con un lenguaje no muy académico, por cierto, de conspirar contra el gobierno en vez de cooperar con él.
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