El camino al revocatorio es un vía crucis, ironizan en predios de la MUD, al contar la serie de obstáculos que han tenido que sortear desde que decidieron tomar esa ruta política, como solución a la crisis en Venezuela.
Desde inicios del año, han tenido que pasar un “misterio doloroso” ante el Consejo Nacional Electoral: Un total de 7 alcabalas solo en la fase I, de “Legitimación de Organizaciones Políticas”; y 6 trabas en la fase II, “Cumplimiento de los Requisitos Constitucionales para la solicitud de un Referéndum Revocatorio”, que apenas comienza el 13 de junio y debe culminar el 26 de junio.
Afluencia de firmantes en los toldos originó que el CNE introdujera otro cambio en las normas: Las rúbricas debían procesarse en 30 días
Temor
El retardo del Poder Electoral de entregar la planilla a la organización convocante. La primera solicitud se hizo el 9 de marzo pero fue rechazada porque hablaba de “activar el revocatorio” y, a juicio del CNE, debía pedir la legalización de la organización convocante. Hubo una segunda carta, el 15 de marzo, a la cual se le dio largas porque la presidente Tibisay Lucena estaba en una reunión de Unasur y no hubo directorio.
La entrega de la planilla debió hacerse el 10 de abril, pero fue el 26 de ese mes. “El CNE cedió luego de 77 saqueos en Zulia”, afirmó el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba.
El representante electoral de la MUD, Vicente Bello, recuerda que el 26 de abril aplicaron el racionamiento eléctrico y hubo protestas por este problema y la escasez de alimentos: “El CNE aceptó entregar la planilla por las presiones en la calle, de la Asamblea y de instancias internacionales”.
Cambios en la norma
Entre el 27 y el 29 de abril la oposición recogió las firmas (2,3 millones), pero la afluencia de personas en los toldos generó que el CNE hiciera otro cambio en la Norma de Referéndum. Las rúbricas debían procesarse en 30 días, no 5 ni en 3. La Mesa peleó y acordó llevar las cajas a los depósitos del CNE, en Filas de Mariche. “Teníamos información de que planificaban un sabotaje; las entregamos pero el CNE levantó unas actas. Ese forcejeo llevó una semana”, dijo Bello.
La MUD, Súmate, el Observatorio Electoral Venezolano y la Red de Observadores de la Asamblea de Educadores denunciaron que se modificó el reglamento para exigir 1% de las firmas en los estados, a pesar de que un revocatorio tiene las características de una elección presidencial y, por tanto, ese porcentaje debió ser nacional. “Eso contraviene la Ley de Partidos Políticos que exige a los partidos 0,5% de las firmas en 12 estados”, alertó Bello.
Compromiso Ciudadano, Centro de Estudios Políticos de la UCAB, Ciudadanía Activa, Comisión de Derechos Humanos de Zulia, Control Ciudadano y Transparencia Venezuela calificaron de “delicado” el establecimiento de procedimientos no contemplados en la normativa: “El CNE debe cesar el retraso y obstrucción del derecho a la participación de los ciudadanos”.
El abogado Ramón José Medina rechazó las trabas y acusó al CNE de desvirtuar el derecho a la participación y que la democracia es protagónica y participativa.
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