La suma de errores acumulada por Maduro-Cabello y su régimen es colosal, y son errores que han sido anticipados. Los intempestivos cierres de la frontera a lo largo de estos 17 años han agudizado las calamidades de los habitantes fronterizos. También sobre este último cierre se le advirtió a Maduro que no era la solución para resolver los graves problemas que se generan en la zona binacional entre Venezuela y Colombia: narcotráfico, tráfico de mujeres, contrabando de ganado; en fin, un cúmulo de situaciones a las cuales, hasta 1998, se les buscaba soluciones viables a través de diversos mecanismos binacionales, a las decenas de problemas que se padecen en la zona fronteriza.

Es de tal magnitud el error de este último cierre que fue decretado por 72 horas y que se ha prolongado cerca de un año, sin que haya habido ninguna solución a los problemas que esgrimió Maduro para su cierre, que originó la explosión de más de 500 mujeres que rebasaron a la Guardia Nacional y cruzaron el puente Simón Bolívar en búsqueda de los alimentos y las medicinas de las que carecen en Táchira, Zulia y Apure; desbordaron los comercios de Cúcuta para aliviar el hambre.

Es tal el descontento acumulado que el gobernador Vielma Mora se vio obligado a pedirle a Maduro que abriera el paso, aun cuando fuera provisionalmente, mientras se estudiaban otras fórmulas para mantener el flujo de habitantes de frontera en ambos sentidos. Es una larga frontera que va desde Castillete en la Alta Guajira hasta la Piedra del Cocuy en Amazonas, donde convergen Venezuela, Colombia y Brasil.

En los 40 años que van de 1958 a 1998 se ensayaron exitosamente las reuniones de gobernadores y alcaldes fronterizos de ambas naciones, los rectores de las universidades, los epidemiólogos, educadores que impulsaron una campaña de alfabetización; también se estudió lo referente al corredor comunicacional que dominaba el país vecino con los medios radioeléctricos, supremacía que incluso atentaba contra nuestra soberanía nacional.

Una modalidad que tuvo especial éxito fue la creación de los centros binacionales parlamentarios. Se dio el caso de que el gobernador del Táchira no conocía al gobernador del Norte de Santander, lo cual fue subsanado en la reunión del Parlamento Fronterizo, creado al amparo del Parlamento Latinoamericano. Esa experiencia fue trasladada a las relaciones con Brasil. Hoy más que nunca necesitamos una política fronteriza coherente.

@FundaPompeyo

Comentarios de Facebook

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here