Una pregunta obligada estos días entre los contertulios es hasta cuándo durará este régimen. Ya basta de derramamiento de sangre, de una crisis económica tan profunda, de hambruna, de carencia de libertades, de represión desmedida. En nuestra opinión, la respuesta es clara y contundente: la lucha unida, permanente nos conduce a alcanzar los objetivos que se han ido conformando en las grandes multitudes de venezolanos en la calle que quieren vivir pacíficamente, que aspiran a convivir entre todos, independientemente de cómo piensen, a qué partido pertenezcan o qué religión practiquen.

Desde el año 1958, el país ha atravesado las más difíciles y complicadas situaciones y ha salido airoso de todas ellas. Cuarenta años de enseñanzas que no debemos olvidar, incluido el error de la lucha armada. Fueron años de progreso, pudimos saborear lo que era el cumplimento de la Constitución, convivir en paz, respetar los distintos puntos de vista, dirimir nuestras diferencias mediante el ejercicio del soberano a través del voto universal, directo y secreto y apreciar lo que era la alternabilidad del poder; conocer la separación de poderes que llegó a enjuiciar a un presidente en ejercicio. Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde y establece comparaciones entre un periodo y otro como estamos hoy en capacidad de hacerlo. También en sus memorias Gorbachov reconoce que el mejor régimen de gobierno es el democrático y hay elementos que subraya como el pluralismo político y el respeto a las opiniones ajenas.

Mi “hermano” y compañero de avatares Rafael Guerra Ramos narró episodios de su fructífera vida a la periodista María Teresa Romero en el libro recién publicado “La lucha continua”; en efecto cuando uno concibe un objetivo continua en la lucha hasta alcanzarlo, así será ahora: el objetivo es el cambio político, de régimen, de modelo económico, el cese de la represión, acatar la Constitución, liberar a los presos políticos, el regreso de los exilados y medidas económicas de urgencia para paliar el hambre y la falta de insumos médicos, en otras palabras iniciar la reconstrucción de una Venezuela democrática, de libertades, mediante un gobierno de transición, de Unidad Nacional. Tenemos que alcanzar esa Venezuela con la cual soñamos, tenemos que poner fin a esta pesadilla y lo lograremos. Y hacer el esfuerzo para no repetir periodos tan trágicos y dolorosos como los que nos ha tocado vivir estos 18 años.

@FundaPompeyo

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