El diálogo es una vía irrenunciable, eso debe estar muy claro siempre. No deben hacerse conjeturas para manipular con esa alternativa irrenunciable para los pueblos que buscan soluciones para las crisis que se les atraviesan en su camino, que amenazan con truncar su destino, arrasando con su bienestar. De eso sabemos mucho los venezolanos, porque han sido muchas las encrucijadas en las que se nos han mostrado esa ruta invitando a dialogar. Por eso la propuesta de dialogar debe ser transparente, limpia, honesta, debe ser una idea para tramitar una solución, no un chantaje.
Lo cierto es que tenemos amargas experiencias, como la teatral operación de dialogo que monto el régimen de Maduro el pasado 10 de abril de 2014. Entre otras cosas, vale la pena evocar las reflexiones del Monseñor Diego Padrón desde la Conferencia Episcopal, cuando dijo, entonces, “quedo claro que el régimen buscaba desmovilizar al pueblo”. Y fue así, desde aquel episodio hubo más presos, más represión y se ha profundizado la actual crisis política, económica y social. Por eso Antonio me pide recordarles el viejo proverbio que reza: “si me engañas la primera vez la culpa es tuya, si me engañas la segunda vez, la culpa es mía”.
La opinión de Antonio es que siendo el Referéndum Revocatorio un mecanismo legitimado en la Constitución Nacional, además ya en pleno desarrollo, cualquier discusión en torno a él, debe ser para limpiar la ruta de obstáculos y asegurar fecha para su realización definitiva antes de diciembre de este año (2016). También es fundamental abrir las puertas de un canal de apoyo humanitario a los venezolanos, coordinado por la ONU y dentro del país por los movimientos religiosos y ONG que cumplan tareas de prevención, capaces de llegar a todos los rincones de Venezuela con alimentos y medicinas. Igualmente es esencial el respeto integral a la Carta Magna, es grotesca la forma sostenida y continuada como se altera el orden constitucional en Venezuela, sobre todo en lo atinente al principio de separación de poderes y la recurrente violación de los Derechos Humanos. Ya es hora de acatar la soberanía de electores del estado Amazonas cuyos diputados han sido desconocidos. De igual manera la promulgación de leyes pendientes, como la Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional, obstaculizadas por el régimen. Por último, deben incorporarse como mediadores a ex presidentes del grupo IDEA, ellos han sido oportunamente solidarios con la lucha democrática de la Unidad. Líderes como Fernando H Cardoso, Andrés Pastrana, Oscar Arias, Quiroga, Ricardo Lagos, Laura Chinchilla, entre 36 ex mandatarios, serian confiables para todos.