Lo primero es lo que no debe hacer: intervenir militarmente. Una intervención regional armada en Venezuela es probablemente indeseable y solo podría justificarse como acción colectiva de la región en caso de una masacre del pueblo llevada a cabo por la corrupta Fuerza Armada venezolana, o para llevarse a prisión a los altos personeros de un narco-régimen fuera de control.
Acelerar la salida del narco-régimen
Uno. Definan de una vez por todas al régimen venezolano como una dictadura, como lo que es, una narco-dictadura. Defínanlo públicamente como una dictadura y como un Estado fallido, lo cual es fácilmente comprobable, como lo ha demostrado el Informe Almagro. Esa definición pública tendrá repercusión mundial en la manera como otros países verían al régimen venezolano.
Dos. Cesen en la promoción de un “diálogo” entre la oposición democrática y el narco-régimen, lo cual solo ha servido para atornillar al régimen en el poder y para desmontar las actividades de la oposición. El Departamento de Estado de EEUU durante la presidencia de Barack Obama, en especial Tom Shannon, fue el abanderado de esta política de negociación y apaciguamiento que ha sido inmoral y estratégicamente pobre.
Tres. Declaren que una solución electoral en el caso venezolano es urgente y debe ser llevada a cabo, so pena de expulsar al régimen del sistema interamericano, lo cual significa apoyar públicamente a Luis Almagro en su postura.
Cuatro. Promuevan, por todos los medios diplomáticos posibles, el aislamiento del régimen venezolano a nivel de la región y en otras áreas del planeta, incluyendo sanciones diplomáticas, económicas y morales.
Cinco. Continúen y acentúen las sanciones en contra de funcionarios corruptos del régimen venezolano. No le hagan caso al reducido grupo que cabildea a favor de eliminar estas sanciones, tales como algunos miembros de la falsa oposición venezolana y de uno que otro profesor de las universidades estadounidenses.
Seis. Presionen a Cuba, cuyo régimen está muy debilitado, para que cese de tutelar al régimen venezolano. Esto es especialmente importante en el caso de los Estados Unidos. Cuba es un cáncer en el cuerpo social venezolano.
Siete. Discutan el caso venezolano con China a fin de persuadirla a que cese en su apoyo financiero al régimen chavista, el cual pone en peligro el pago de los $70.000 millones que ya le ha dado al régimen. Un nuevo gobierno venezolano podría objetar la deuda, alegando que una buena porción no ha cumplido con las leyes venezolanas y ha sido contraída a espaldas de la nación.
Medidas de ayuda a un nuevo gobierno
Ocho. Tomen la iniciativa de promover y planificar un paquete financiero de ayuda al nuevo gobierno venezolano, tan pronto este tome el poder, ya que las finanzas venezolanas están en el desastre.
Nueve. Tomen la iniciativa de promover un programa masivo de ayuda humanitaria para Venezuela, a ser llevado a cabo por la Cruz Roja Internacional.
Diez. Colaboren con el nuevo gobierno en el ordenamiento del sector penal y policial en el país, el cual está en una situación de total caos.
Once. Ayuden a re-institucionalizar una Fuerza Armada de menor tamaño, después de lo que ha sido una casi total prostitución de la Fuerza Armada venezolana durante la etapa chavista.
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