Este artículo va dedicado a todos los diputados de la bancada de la Unidad que se mantuvieron

firmes y no abandonaron el hemiciclo de la Asamblea Nacional (AN) luego del asalto

protagonizado por un grupo de exaltados capitaneados por el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez.

Justo cuando discutíamos los mecanismos parlamentarios para defender la Constitución nacional

ante las violaciones que ha sufrido ésta a manos del Gobierno nacional y del Tribunal Supremo de

Justicia (TSJ), y cuando se abordaba el delicado caso de la doble nacionalidad del Presidente de la

Nación, un grupo de afectos al régimen entraron para impedir nuestra labor.

Con gritos, insultados y una actitud claramente violenta, estos señores que estaban comandados

por dirigentes del Psuv pretendieron desalojarnos de la Asamblea Nacional e impedir así que los

asambleístas discutiremos temas de interés nacional.

Así se le ven las costillas a un régimen que se encuentra poseído por el miedo total.

Pero, la valentía de los diputados de la Unidad fue notoria. Nadie se movió ni un ápice, después de

la sorpresa inicial, los diputados de la Unidad se mantuvieron firmes ante la arremetida del

oficialismo.

Y ¿la razón de esta firmeza? Primero: nosotros estábamos representando la legalidad nacional;

Segundo: los exaltados no representan ni el 0,001% del número de venezolanos que el pasado 6

de diciembre votaron y decidieron darle a la nación un parlamento mayoritariamente demócrata;

Tercero: Nuestro deber de legislar, discutir y controlar está por encima de cualquier interés

individual.

Por este motivo, nos quedamos firmes. Nadie se movió y después que los asaltantes del

parlamento se retiraron sin lograr su cometido, nosotros los diputados demócratas continuamos

nuestra labor.

Este hecho demostró varios aspectos fundamentales como: ellos son una minoría violenta, pero

minoría al fin, que los representantes de la Mesa de la Unidad Democrática están ganados a

mantenerse sólidos en sus puestos de lucha por más fuerte que sean los embates de un régimen

desesperadamente perdido.

Otro de los aspectos que quedó claro en el asalto al parlamento es que en el seno del oficialismo

el miedo es tal que siguen cometiendo errores, el mundo observó que los agresivos son ellos, que

los que tienen que temer son ellos, y quienes están irrespetando los poderes públicos son

exclusivamente ellos.

Frente al asalto rojo de los grupos violentos del régimen se impuso la gallardía, la valentía y el

compromiso de los representantes legislativos de la Unidad.

En pocas palabras el asalto al parlamento le salió mal al régimen, porque podemos contabilizar el

resultado como una victoria más para las fuerzas de la Unidad…

Y si desde Miraflores creen o pretenden repetir la historia al emular los hechos del 24 de enero de

1848, cuando el General José Tadeo Monagas acometió el episodio conocido como el “Atentado al

Congreso”, están más equivocados que nunca, porque el pueblo venezolano defenderá su

Parlamento y su Carta Magna.

Frente a esto, hoy más que nunca ¡Firmeza y Unidad!

Comentarios de Facebook

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here