Dos meses después del aumento temido y postergado de la gasolina, la mal llamada “cuna de la revolución”, se alzó en protesta contra el hambre y la escasez. Santificada por los próceres de la revolución, los mismos que en su nombre ejecutaron dos sangrientos golpes de estado tres años después, Guarenas fue de nuevo la protagonista de una combustión social por las mismas razones: la protesta ciudadana. Y por esas vueltas que da la vida, y que los filósofos serios estudian bajo los conceptos de “la repetición y la diferencia”, la intención sacralizadora se les volvió otra vez un boomerang político.
Solo que el estallido esta vez estuvo matizado: no fue como antes un sonoro, nítido, claro y extenso acontecimiento, como suelen ser los hechos dramáticos e importantes dentro de las sociedades abiertas. Su expresión fue por el contrario contenida y silenciada por la sombra represiva de un régimen violento, criminal, asesino y su mutis vino acompañado de la sordina triste y gris de una censura oficial que rige en todos los medios que directa o indirectamente controla el Estado, convertido en esta especie de experimento de dictadura posmoderna que es el esperpéntico Socialismo del siglo XXI.
La denuncia la hizo un líder comunicacional, siempre atento a interpretar (con el fino oído de un director de orquesta), los silencios de esta difícil partitura que es la Venezuela premoderna de hoy, vestida con su ropaje colonial, sumida en un extraño tutelaje, la fantasmal gerontocracia cubana y el no menos fantasmal tutelaje chavista del más allá.
Lo bueno es que todo lo que pasa generalmente por debajo de la mesa en este país, Chúo Torrealba lo pone de manifiesto con su especial énfasis, a veces rudo, cuasi malevo, y a veces sentimental hasta las lágrimas, en su programa “La fuerza es la unión” en la emisora pionera del país, Radio Caracas Radio, siempre con un ánimo imbatible, con la tenacidad de un guerrero que no desmaya.
Chúo condenó pues el silencio cómplice y la autocensura de la prensa nacional y la comparó con la expresión valiente de estos “periodistas siempre dispuestos a poner el pellejo” por la verdad y la información como su colega Pedro García Otero, quien lo sucede en el espacio “Titulares de la mañana” en RCR y quien reportó para La Voz de Galicia lo acontecido ayer martes en la urbanización “Menca de Leoni”, rebautizada con bombos y platillos por el exgobernador de Miranda Diosdado Cabello como la “27 de febrero”.
No hay disparo que no se le devuelva a estos sórdidos ladrones que odian con la voracidad de los resentidos. Venezuela no necesita más violencia. Necesita abrazos solidarios. Esos sí son unos boomerang instantáneos, pues se reciben al mismo instante que se dan. Venezuela no está para lo primero, sino para lo segundo. Y aquí las únicas urnas que queremos son las de votar.
Asi amanecemos: "Guarenas, cuna del Caracazo, se harta de pasar hambre" Por la censura, estO salió hoy EN GALICIA!!! https://t.co/cpy96kHDzx
— Jesus Chuo Torrealba (@ChuoTorrealba) May 18, 2016
EN DIRECTO en #Periscope: La Fuerza Es La Unión, miércoles 18 de Mayo 2016. https://t.co/UGEMgSW8ua
— Jesus Chuo Torrealba (@ChuoTorrealba) May 18, 2016