Cuando pensábamos que los japoneses habían llegado al límite en lo que a ocurrencias de sociedad moderna se refiere descubrimos su última y ¿original? moda: el maquillaje para gatos.
Causan furor desde hace años, probablemente por su comportamiento amigable y despreocupado. Son los reyes de las casas japonesas y hay incluso quién los alquila cuando por alguna razón no puede tenerlos en casa. Ahora, los japoneses buscan dar un paso más.
De nuevo el país nipón consigue atraer el foco de atención en lo que –a la vista de occidente- parece un nuevo intento por atajar la soledad que se contagia en una sociedad extremadamente conectada y dependiente de las nuevas tecnologías.
Los gatos son sus nuevas víctimas y la creatividad más ridícula y exacerbada se ha adueñado de los rostros de las desdichadas mascotas con dueños demasiado aburridos y solos.
Maquillarlos es tendencia, usar aplicaciones de móvil para ridiculizarlos también. No basta con vestirlos y hacer “peluquería minina” en los ratos libres, ahora la tendencia es el total look gatuno -¿en qué momento hemos perdido la cabeza?-.
Según explican, utilizan cosméticos especiales, que no agreden su pelaje ni el PH de su piel, pero ¿acaso alguien les ha preguntado si de verdad querían un cambio de imagen?
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