La moda lleva años intentando dar con el equivalente masculino de los zapatos y los bolsos que las firmas femeninas venden como rosquillas. Un producto fácilmente reconocible (por lo tanto, válido como símbolo de estatus), práctico (para que comprarlo no sea un absurdo) y caro (pero no tanto como para no sustituirlo por otro la próxima temporada). La palma ha acabado llevándosela una prenda tan cómoda, sensata y polivalente que uno no piensa en ella; una auténtica radiografía del fácil discurrir del cerebro masculino: el jersey de punto.
La primera vez que se puso de moda en su vistoso formato actual fue en los años sesenta. Después de popularizar los trajes estrechos de estilo italiano, los modsbritánicos importaron la siguiente novedad transalpina: los coloridos jerséis de Gabicci. Como siempre, previeron el futuro. Durante la década siguiente, por obra y gracia de su valiente uso de la pauta y el color, Missoni y Benetton, entre otros, pasaron de ser desconocidos fabricantes de punto a convertirse en árbitros de la moda.
Para cuando llegaron los años ochenta, cada hombre se había convertido en una diana y su armario, en una loca pistola de paintball. Hoy, después de unos años en los que el jersey sólo ha triunfado en su versión más tradicional (excepto, tal vez, por el fenómeno del suéter irónico navideño), nos volvemos a atrever a expresar con él más que nuestro amor por el azul marino. Es más que una buena noticia. Para la industria es como descubrir que tenemos punto G.
Estas son nuestras apuestas de jersey de punto.
1.Balmain. Una bandera británica con escudo en el brazo y cuello abotonado. Podría ser más discreto, pero ya no sería Balmain.
2. Valentino. Hace tiempo que sus diseñadores vieron el potencial comercial del jersey. Ahora toca geometría sioux.
3. Coach. A veces, sólo hace falta el tono adecuado de morado para triunfar.
4. Jw Anderson. El hombre que ha hecho de sus suéteres con cremallera cuadrada un fenómeno ahora quiere que nos forremos de periódico.
5. Saint Laurent. La era dorada del jersey de segunda mano, el grunge, vive en las tiendas de Yves Saint Laurent.
6. Bottega Veneta. Original, pero poco llamativo; bonito, pero con un punto hippy.Toda una inversión.
7. Prada. Le presentamos el estampado de la temporada. Salúdelo.