¡No lo cortes aún!
Es natural que lo primero que se te viene a la mente cuando ves que tu cabello está maltratado sea cortarlo, pero antes de hacer cita con tu estilista, mira estos consejos… Tal vez no todo esté perdido.
¡Arregla los problemas de tu cabello sin tener que cortarlo!
Caída del pelo
Si éste es tu caso, frecuenta más los productos que disminuyan el efluvio telógeno, ya que la radiación ultravioleta no sólo altera la fibra capilar, sino también el folículo piloso. Esto desequilibra el crecimiento normal del cabello y como consecuencia, aumenta el efluvio telógeno, es decir, la caída que se produce porque muchos de esos folículos pilosos que están en la llamada fase anagen (o de crecimiento), se la saltan y pasan directamente a la fase telogena o de caída. Trata de consumir legumbres, frutas y verduras, además de beber mucha agua.
Cuero cabelludo deshidratado
El calor aumenta la secreción sebácea, lo que ahoga el folículo. A esto se suma que en verano se realizan más lavados y a su vez se puede deshidratar el cuero cabelludo. Para solucionarlo, aplícale a tu cabello masajes que aumenten el flujo de sangre que entra en el folículo piloso y que le aporten todos los nutrientes necesarios para el crecimiento del cabello. Para que te de mejores resultados, coloca los dedos en posición plana formando medio círculo en torno al cráneo y masajea suavemente el cuero cabelludo durante un minuto.
Cambios en la dieta
Con la entrada del otoño, las carencias nutricionales en el cabello de una alimentación desequilibrada en el verano, comienzan a rendir frutos no tan agradables. Rescata tu pelo con vitaminas que lo fortalezcan, principalmente las del grupo B, pero también otras como la vitamina A y C, como espárragos, brócoli y otros vegetales verdes.
El pelo no se regenera
Durante la transición verano-otoño el cabello genera más fuerza y volumen para autoprotegerse de la radiación solar, así que es lógico que comience a verse más débil. Elige un shampoo que estimule el crecimiento del cabello al mismo tiempo que combaten los problemas capilares más comunes como la irritación por la piel sensible, la caspa o la grasa.
Cabello opaco y sin vida
El sol altera la estructura interna del cabello y rompe sus puentes internos, deshidratándolo y haciéndolo más frágil. Opta por mascarillas capilares aplicadas sobre el cabello seco, antes del lavado, ya que si la ponemos con el cabello húmedo, el agua evitará que el producto penetre en la fibra capilar y provocará que su efecto de hidratación sea mucho menor.
