El maestro de la pintura considera que lo que enfrenta la población en la actualidad no es comparable ni siquiera con la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Sin embargo, es optimista respecto al porvenir del país
Jacobo Borges es optimista frente a la crisis que atraviesa Venezuela, sumida en una ola de protestas reprimidas sin piedad por las fuerzas de seguridad del gobierno de Nicolás Maduro.
El maestro de la pintura de 86 años de edad recuerda que en la década de 1960 la gente veía con entusiasmo hacia el futuro: en esa época había obras como la Concha Acústica de Bello Monte y se realizaban grandes festivales.
“Una generación increíble”, dijo en entrevista ofrecida al Circuito Éxitos.
Sin embargo, considera que actualmente también ocurre un extraordinario momento histórico.
A pesar de los más de 70 muertos por la represión, de las amenazas del oficialismo, del abuso de poder, Borges ve con esperanza el porvenir, pues hay un país levantado que quiere cambiar su destino: “Eso no había pasado nunca ni en Venezuela, ni en ninguna parte. Señoras gritando libertad, que es un concepto abstracto, y resulta que es lo que mueve a todo el país, sin importar nada”.
Aseguró que estos tres meses de protestas no pasaron en su generación.
“Yo viví la caída de Pérez Jiménez y estuve en la clandestinidad. Eso no es nada frente a lo que está enfrentando el pueblo hoy, los jóvenes, todo el mundo. Sin miedo a la represión, entregando su vida por un ideal de un nuevo país, que va a ser extraordinario”.
El oficialismo en los últimos meses ha sembrado la matriz de opinión de que la oposición y sus seguidores están llenos de odio. Para Jacobo Borges, quien evoca este sentimiento es el gobierno. “Eso forma parte de la estructura política. Lenin decía que el odio de clase es fundamental para el desarrollo de la sociedad. Pero nunca ha resultado. Han fracasado todo el tiempo. Esto es un fracaso impresionante”, explicó.
Más bien, el maestro rememoró el espíritu de nobleza de los venezolanos al recordar que el papá de David Vallenilla, el joven asesinado por un funcionario de la Fuerza Armada el 22 de junio, no demostró odio a pesar de lo que pasó con su hijo.
“Yo he estado oyendo y revisando miles de testimonios de gente a la que le han matado su familia, sus hijos, y no hay odio, sino el derecho a decidir tu destino”.
Para argumentar que la revolución bolivariana es un fracaso, Borges usó como ejemplo Singapur: un país que, a pesar de no tener recursos como agua potable o petróleo, pocas tierras fértiles y con apenas 5 millones de habitantes, en 30 años de independencia se convirtió en una de las principales potencias del mundo; además, el inglés, el chino, el malayo y el tamil son sus idiomas oficiales. Este panorama contrasta con los casi 20 años de “socialismo del siglo XXI”.
“Estos tipos, que agarraron el gobierno con millones de dólares, convirtieron esto en un desastre y no tienen capacidad de reconocer todas las estupideces que han hecho. Dedicaron ese dinero, por un lado, a vender el país, y por otro, para hacer propaganda con el fin de convertir a un personaje en el héroe del siglo XXI. Y lo otro una corrupción espantosa”, dijo.
El también cineasta, dibujante y escenógrafo advirtió que la asamblea nacional constituyente impulsada por Nicolás Maduro empeorará la crisis venezolana. “Si con esta Constitución ellos han violado los derechos humanos, con la que quieren hacer vendrá un infierno”.
“Venezuela es un país que tiene una historia extraordinaria en todos los planos”, expresó Borges, así que considera que una herencia así no puede acabarse. “Que es lo que se desmuestra ahí (en las protestas). Tú sientes una cosa de estar viviendo un momento histórico maravilloso. Esta lucha es heroica, es por la liberación del país. Es la lucha de nuestra liberación”.