Si bien Donald Trump lleva más de un año acaparando la atención del país, nunca se le había visto así.

Burlas, selfies, risas, molestia y todo tipo de reacciones ha generado la aparición de estatuas del candidato republicano sin ropa obra del colectivo anarquista Indecline, que las ha situado en las calles de Nueva York, San Francisco, Los Ángeles, Cleveland y Seattle

La iniciativa tiene por nombre The Emperor Has No Balls (El emperador no tiene pelotas), que es una parodia de un cuento clásico de Hans Christian Andersen que narra la historia de un mandatario tan impositivo que es incapaz de ver sus errores y arrogancia.

La narración cuenta que llegó el mejor costurero del reino a hacer el nuevo traje del emperador, pero astutamente y con toda la ventaja de verlo ridiculizado le dijo que se lo haría con una tela tan especial que sólo los inteligentes podían verla.

A pesar de que las estatuas del magnate han sito todo un éxito de público, que las ha inmortalizado y circulado por las redes, las autoridades acabaron por retirarlas en lugares como Nueva York por encontrarse en un lugar público sin permiso.

“NYC Parks se opone firmemente a toda erección no permitida en los parques de la ciudad, por muy pequeñas que sean”, explicó en tono de broma el departamento de parques de Nueva York.

PEOPLE EN ESPAÑOL

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