Ubicado en el este de la ciudad de Caracas, Casa Blanco Comedor surge como un nuevo concepto culinario que busca convertirse en una opción gastronómica diferente para los comensales durante los fines de semana, proponiendo comida tradicional presentada de forma diferente, pero además preparada minuciosamente para que cada plato represente un verdadero homenaje a los sabores.
Al frente de esta recién inaugurada propuesta se encuentra la chef Helena Moreno, cocinera con una trayectoria de un poco más de doce años, graduada en el Centro Venezolano de Capacitación Gastronómica, relacionada desde su infancia con tierras carupaneras, esas a las que busca rendir tributo desde los fogones de su emprendimiento.
Es por eso que en Casa Blanco Comedor la propuesta ancla sus raíces en preparaciones del Oriente de Venezuela, combinadas con las experiencias de viajes y vida misma de su autora. Un menú con alrededor de catorce opciones entre entradas, principales, medios y postres, se ofrece cada viernes,
sábado y domingo para crear un delicioso brunch que pasee al invitado por parte de la geografía de costa nacional, pero también para que cuente los relatos del aprendizaje y recorrido la chef Moreno, quien se ha empeñado en recrear pasajes de su infancia, adolescencia y edad adulta en platos como
la Sopa de Caraotas, las empanadas de Cazón Ahumado, la Lasaña, o el mismo Pollo Rostizado. Pero es que el intento de evocar recuerdos no solo se basa en el gusto de la creadora de los platos, sino también en el del comensal mismo que en ocasiones sentirá que viaja a través del paladar a pequeños espacios de su vida, como cuando sobre la mesa, por ejemplo, se coloca el tan famoso Pan Chino que solía servirse en los restaurantes asiáticos de la capital.
Un equipo conformado por su sous chef Leonardo Sánchez, un maestro panadero, una repostera y el personal de sala completan una experiencia gastronómica difícil de olvidar, pues desde la
atención en la entrada del comedor, el correcto servicio de platos, las hermosas vajillas de colección herencia de la cocinera y por supuesto los sabores, se crea la armonía perfecta que permite vivir una experiencia única.
“Estamos para crear, para divertirnos, para cocinar”, afirma Moreno, pero también para dejar testimonio de lo que ha sido, es y será este país, en este caso, a través de la preservación de las
antiguas recetas. Por eso rendir homenaje es tan importante, presentar con respeto y admiración una región tan rica en ingredientes y preparaciones como la oriental, una tarea que se ha propuesto este restaurante. Sean todos Bienvenidos.