El empresario venezolano Roberto Rincón se declaró culpable de haber pagado sobornos, por 1.000 millones de dólares, a varios altos directivos de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Roberto Enrique Fernández Rincón, un ciudadano venezolano que vivía en Texas, admitió su participación en el plan de soborno como parte de un acuerdo con la fiscalía que reduce su potencial pena de prisión de 13 años. Anteriormente se enfrentaba a una posible condena de más de 100 años, de acuerdo con documentos de la corte.
En sus escritos judiciales, el Gobierno estadounidense sostiene que, entre 2009 y 2014, Rincón y Shiera pagaron 1.000 millones de dólares a cinco directivos de la empresa petrolera venezolana a cambio de contratos.
El escrito de acusación menciona a cinco ejecutivos de PDVSA, a los que no identifica por su nombre y que supuestamente recibieron sobornos en forma de dinero y regalos.
Tanto Rincón como Shiera, en prisión preventiva, llamaban “aliados” a estos funcionarios venezolanos que, a cambio de sobornos, otorgaban lucrativos contratos energéticos a sus compañías, muchas de ellas radicadas en Estados Unidos, según el escrito de acusación.
De los 1.000 millones de dólares ligados a esta trama corrupta, 750 millones están vinculados solo a Rincón, que decidió desembolsar 2,5 millones de dólares en sobornos a un solo alto cargo, según figura en la orden que cursó la jueza tejana Nancy K. Johnson para mantener en prisión provisional a Rincón.
Lea la noticia completa en La Patilla.