Don Baylor, aquel antiguo patrullero e inicialista texano, que con el tiempo, y a pesar de su nacionalidad, se convirtió en leyenda del beisbol venezolano, murió este lunes en Estados Unidos a los 68 años de edad, víctima de un cáncer, confirmó MLB.com.
El ex toletero derecho, piloto de Grandes Ligas y ganador de tres bates de plata en la Liga Americana con los Yanquis de Nueva York y los Medias Rojas de Boston, acumuló 19 temporadas en las Mayores y fue Manager del Año en 1995.
En 1979, en su mejor momento, fue el Jugador Más Valioso de joven circuito.
Estuvo vinculado a la pelota criolla desde muy temprano y fue, pese a su corpulencia y su fiereza en el terreno, un personaje amable y querido, respetado por sus colegas y apreciado por los periodistas, a quienes nunca negó unas palabras cuando le fueron requeridas.
Baylor se hizo famoso en Venezuela como parte del legendario Poder Negro del Magallanes, aquella oleada de importados afrodescendientes que, desde los años 60 y hasta finales de los 70, reforzaron a los Navegantes.
El nativo de Austin estuvo en la LVBP en la temporada 1974-1975. En esa zafra dejó .271 de average, con 7 jonrones y 32 empujadas, y ayudó a los turcos a meterse en la final, que a la postre perdieron con los Tigres de Aragua.
Ligó para .348 en esa serie decisiva, con un par de bambinazos.
Baylor, ya retirado, fue el coach de bateo de los Cardenales de San Luis que en 1991 encontró el ajuste a los problemas de mecánica que afectaban el swing de Andrés Galarraga desde 1989 y que amenazaban con descarrilar su carrera.
También fue decisivo en la contratación del Gran Gato con los Rockies de Colorado, al tomar las riendas de esa escuadra para la justa de 1992, permitiendo que la mejor etapa del caraqueño ocurriera a partir de allí.
Como pelotero, bateó para .260/.342/.436, con 366 tubeyes, 338 jonrones y 1.276 empujadas en la gran carpa, vistiendo seis uniformes. En una docena de sus 19 campeonatos jugó, a partes iguales, con los Orioles de Baltimore y los Ángeles de California.
Sumó nueve torneos como estratega en la MLB, entre 1993 y 2002, terminando con los Cachorros de Chicago, los últimos tres.
Su amistad con Rubén Mijares, quien fuera su jefe en la época del Magallanes, hizo que aceptara conducir a los Bravos de Margarita en la 2011-2012, pero el mal rendimiento del equipo y problemas de salud adelantaron su regreso a Estados Unidos. Mijares actuaba entonces como gerente general de los insulares.
Baylor muere cinco años después de esa aventura, tras batallar por largo tiempo contra el cáncer. Paz a su alma.