Quedarse dormido en el trabajo puede pasar factura. Y más aún si tienes unos compañeros como los de este becario, que no pudo evitar echarse una siestecilla durante su jornada con un resultado que no se esperaba.
Trabaja en una oficina de Atlanta con varios compañeros que no sólo decidieron dejarle disfrutar de su descanso un rato, sino que aprovecharon para divertirse a su costa convirtiéndolo en la Bella Durmiente de la oficina. Sacaron su lado más graciosillo y original y esto fue lo que salió:
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