Una fiesta en Estados Unidos se salió de control y los vecinos llamaron a la policía a quejarse por el escándalo que estaban protagonizando un grupo de jóvenes homosexuales. Todo terminó en un hecho realmente insólito.
Ante la denuncia telefónica, un agente se apersonó inmediatamente y realizó una visita sorpresa. Pero jamás imaginó que el sorprendido terminaría siendo él: los presentes lo vieron muy apuesto y lo confundieron con un stripper.
La fiesta gay había alcanzado niveles tan alocados que lo jalaron al interior del apartamento, a pesar de las negativas del efectivo.
Los presentes, que en un principio creyeron que el policía había llegado para ofrecerles un show muy caliente, terminaron por convencerse que no era un stripper, aunque ya era demasiado tarde.
El oficial llamó solicitando refuerzos y detuvieron a 15 personas, además de dar por concluida, de manera muy violenta, la desenfrenada celebración. El incidente, sucedido en Nueva York, ha dado la vuelta al mundo a través de las redes sociales, y miles de cibernautas han tomado con mofa la situación.