Los hermanos Coen – creadores de hilarantes comedias oscuras como Raising Arizona y Fargo – no pudieron haber inventado un mejor grupo de bandidos incompetentes.

Esta película comenzó con dos hombres sentados fuera de un restaurante de barbecue en el estado de Kentucky. Uno de ellos llevaba una máscara. Estaban discutiendo planes para robar el lugar. Y luego, uno de ellos -que tenía el teléfono en el bolsillo trasero del pantanlón- marcó accidentalmente al 911.

El despachador, por supuesto, escuchó los planes. Y para aún más preocupación de los aspirantes a ladrones: Dentro del restaurante estaba el jefe de la policía.

Bueno, realmente sucedió.

Según al diario Danville Advocate Messenger, David Grigsby y Robert Bourne estaban sentados el sábado pasado en un vehículo fuera de Brother’s BBQ, inventando el plan cuando uno de ellos se rmovió un poco en el asiento e hizo la llamada involuntaria.

Un mensajero de la policía, informó el medio, inmediatamente llamó al jefe de policía Tony Gray. Gray y algunos otros policías registraron el estacionamiento y encontraron a los hombres en el automóvil.

Uno de ellos, según el Messenger, todavía llevaba su máscara. Grigsby y Bourne fueron acusados ​​de intoxicación pública. Los fiscales siguen considerando otros cargos.

NUEVO HERALD

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