En este mundo hay personas que gustan particularmente de una vida de riesgo. Algunos saltan de aviones, otros viajan a zonas del mundo exóticas y peligrosas, los hay que saltan de un puente atados a una cuerda elástica, etc. Podríamos presentar un sinfín de ejemplos, en realidad. En otras palabras, hay personas a las que no les molesta poner en peligro su vida. ¡Es más, gozan de ello y lo buscan conscientemente!
Werner Freund es un personaje ejemplar de este estilo de vida. Aunque probablemente él fue mucho más allá en la búsqueda de lo peligroso. Ni los más atrevidos decidirían hacer lo que hizo él. ¡Su historia es absolutamente fascinante!
No te pierdas la escalofriante historia de Werner Freund y una manada de lobos salvajes. Es algo que vale la pena leer para conocer incluso mejor el mundo de los animales.
La mayor parte de los humanos le tiene miedo a los lobos. Y aunque es un miedo muy exagerado, puede ser comprensible. Estos perros salvajes habitan en los bosques de muchos lugares de la Tierra. Se juntan en manadas grandes y cazan juntos. Normalmente, tienen respeto a las personas y no las atacan. Rara vez se pueden dar casos de ataques sobre personas, aunque lo más probable es que la persona fuese la que infiltró el territorio de los lobos.
A los medios de comunicación masiva les encanta comentar esos ataques cuando ocurren. A lo mejor porque son tan escasos (tanto los animales, como los ataques). Sin embargo, esto fomenta un mayor miedo a los lobos, que puede tener también su consecuencia negativa para los animales, por ejemplo en forma de redadas.
Y sin embargo, Werner Freund ha ayudado a muchos a combatir los estereotipos relacionados con los lobos. Lo ha hecho con su propio ejemplo y de una manera increíble: viviendo más de 40 años con ellos.
Exactamente. Werner Freund pasó su vida viviendo con una manada de lobos. Entró a formar parte de la manada y fue aceptado y respetado por todos los miembros. Nació en 1933 en Alemania y su amor por los animales lo heredó de parte de su madre. En los años 50 del siglo pasado trabajó como ayudante en un zoológico en Stuttgart y los siguientes 20 años trabajó como soldado profesional.
Werner no sólo se hizo miembro de la manada. Para ganarse el respeto y la seguridad, tuvo que ganarse el puesto de macho alfa. ¡Era él quien estaba a cargo dentro de la manada de lobos!
Puede parecer extraño, pero mantener el puesto, Werner tenía que acercarse a la comida antes de que lo hiciera cualquier lobo para enseñar su dominancia. En el mundo de los lobos, nadie puede comer antes que el macho alfa. Eso significaba para Werner comer carne de animales cazados. Sólo después de su primer paso, los demás lobos podían acercarse para comer.
Werner Freund dirigía el parque de lobos en Merzig, en Alemania que estableció en el año 1972. Es un lugar que muchas manadas de lobos siberianos, árcticos, europeos, canadienses y mongolos pueden llamar “hogar”. La gran mayoría de los lobos de ese santuario fueron criados por el propio Werner desde que eran cachorros y se llevaban juntos muy bien. ¡Incluso les encantaba juguetear juntos!. En total, cuidó de más de 70 animales en los 40 años que vivió con ellos.
Desgraciadamente, Werner Freund murió en 2014 debido a una enfermedad desconocida. Y aunque él ya no está con nosotros, su impresionante trabajo con los lobos perdura hoy en día.
Gracias a él, podemos mirar a los lobos desde una perspectiva diferente, carente de ese miedo aterrador que algunos puedan sentir. Son animales como otros cualquiera y como tales se merecen un gran respeto, siendo además depredadores. Sin embargo, las historias de los aterradores lobos parece haber sido desmentida gracias a este valiente hombre. ¡Y por eso se merece un gran homenaje!
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