La práctica bicicleta sin ruedas, pero con zapatillas deportivas, va evolucionando y lo hace para bien.
La original, un poquito cutre, ya nos sorprendió gratamente, como también lo hizo la adaptación hacia un modelo de características más deportivas. Pero ahora nos gusta comprobar que la tendencia se dirige hacia un sector más exigente que espera materiales y diseños de última generación.
Han sido los chicos de la empresa Conti Tyres los que han realizado el prototipo, que el ciclista Steve Biggs ha probado y alabado, aunque anota una mejora a considerar: el sistema de absorción de golpes no es eficiente, se hecha un falta algo que amortigüe el traqueteo que producen los seis pares de zapatillas.
Sin duda estamos cerca de poder disfrutar de las primeras competiciones oficiales basadas en este concepto.
Quizá el problema sea la definición de esta nueva práctica deportiva: running + cycling = ¿runcling?
