Para algunos de nosotros, la endorfina asociada a entrenar viene incluso antes de ir al gimnasio, y es que elegir lo que vamos a usar también nos motiva a salir.
Con la popularidad explosiva de la ropa atlética más moderna y marcas como Ivy park de Beyoncé o Fenty de Puma por Rihanna, vestirse para ejercitarse se ha convertido en todo un placer, ¡casi más que hacer el ejercicio!
Pero si no tienes cuidado con las prendas que seleccionas, puedes terminar como Janet Jackson en el Superbowl de 2004, justo ahí en tu mat de yoga.
Hacer el ridículo con tu look es algo que le puede pasar a cualquiera y en cualquier situación, desde la alfombra roja hasta en la escaladora. Y la peor parte es que muchas veces ni te enteras. Así que consultamos con la entrenadora de las celebridades Candace Cameron Bure acerca de los problemas más frecuentes con la vestimenta fitness, y como evitarlas:
Elige el sujetador deportivo correcto
Tu experiencia en el gimnasio será siempre mejor si te sientes segura de ti misma y tienes todo en su lugar, por eso estos consejos empiezan desde la primera capa de ropa. Uno de los errores más grandes es comprar el sostén deportivo equivocado, y es que tienes que pensar en que hay uno para cada ocasión. Por ejemplo, no es lo mismo usar un top para yoga que para crossfit, donde claramente necesitarás más soporte.
Lo más recomendable es que al probarlo, pruebes hacer algunas actividades, como saltar, y siempre asegurarte que te sientes cómoda en él. Y no sólo vayas por la opción “bonita”, siempre piensa en funcionalidad.
No confíes en tus leggings
Cuando se trata de ropa atlética, qué mejor que los leggings. Son versátiles, cómodos y vienen en una variedad infinita de estampados. Antes de comprarlo, fíjate que sean opacos. Lo que hace que un par de leggings se destaque del resto es la calidad de la tela. Realiza un test de transparencia en el probador haciendo un par de cuclillas o flexionando para ver si el material muestra tu ropa interior o vale la pena llevarlo.
Recuerda, los leggings tienen fecha de expiración de tanto usarlos. Tal vez al principio sean opacos, pero con el tiempo la tela puede debilitarse. ¡Así que agáchate frente al espejo cada tanto!
Pon a prueba tu sudor
Si sudas mucho, no te sientas mal por eso: al contrario. Esto significa que tu sistema está trabajando duro para mantenerte fresco y tener una temperatura corporal saludable. Pero si sudas en ciertas áreas que te hacen sentir incómodo frente a otras personas, siempre hay maneras de vestirte para no pasar por este mal rato.
Candace recomienda hacer una sesión intensa en casa primero para detector las zonas problemáticas. Luego, sal de compras por la vestimenta adecuada para poder disimularlo.
Por ejemplo, si tienes mucha sudoración, aléjate de colores brillantes como el fucsia. Lo mejor son los colores oscuros, y estampas que con colores oscuros, ya que esconden el sudor.
¿Y cómo saber si escogiste el mix indicado de colores y diseño? Rocíate un poco de agua en la ropa y notarás si se mezcla con el estampado o no.
Revisa (más de una vez) tus shorts
Los shorts pueden parecer como lo suficientemente largo mientras estás de pie, puede fallarte al minuto que te sientas en la bicicleta o te agachas para hacer sentadillas, y aunque el mejor consejo es que no los uses para el gimnasio, hay maneras de hacer que los shorts no te jueguen una mala pasada.
Compra shorts que tengan una tela soporte debajo de ellos, y presta atención a su largo dependiendo de la actividad que hagas.
Presta atención a la tela
El material de tus prendas puede impactar en tu rutina más de lo que crees. Aunque la opacidad de la tela es importante, también lo es la manera en que está hecho. Si eres un corredor con piernas musculosas que rozan al moverse, hay un riesgo de irritación en la entrepierna. Lo mejor es familiarizarse con estas telas y saber qué hace bien a tu cuerpo y que no.
La clave para evitar cualquier mal funcionamiento de la ropa es usando el vestidor como tu propio gimnasio personal. “Salta, y vuélvete loco ahí” dice la entrenadora. “Corre por la tienda, date un minuto para ver cómo te sientes en la prenda para así no malgastar tu dinero y sentirte frustrada con la marca que estás eligiendo.
