Los hechos ocurrieron en distintos locales gastronómicos de España. Las autoridades están buscando a los sospechosos.
Organizaban banquetes para cientos de invitados. Comían, bebían, bailaban, incluso lanzaban fuegos artificiales. Pero a la hora de los postres, todos huían rápidamente “en una estampida”, dejando cuentas de miles de euros.
Una serie de incidentes similares en varios restaurantes del noroeste de España está siendo investigada por la policía, que ha detenido a un rumano, cuya identidad coincide con la de quien hizo algunas de las reservas, dijeron el martes las autoridades.
Antonio Rodríguez, el primer dueño de restaurante que alertó a las autoridades después de que los empleados de su Hotel Carmen se quedaron con una cuenta sin pagar de 2.200 euros (2.300 dólares), dijo que se metieron a sus coches y se fueron cuando se sirvió el pastel.
La reserva en Bembibre, pueblo en el noroeste de la región de Castilla y León, el 27 de febrero, era para celebrar el bautizo de dos niños, con aperitivos, chuletas de puerco, postres y alcohol para 120 invitados, dijo Rodríguez. Estaban llevando el pastel cuando los invitados salieron corriendo, dijo.
Unos días después, otro establecimiento en Ponferrada, a solo 20 kilómetros (12,5 millas) de allí, sirvió comida y alcohol en un banquete de bodas valorizado en alrededor de 10.000 euros (10.600 dólares) y el final fue el mismo.
Rodríguez dijo que al menos otro incidente parecido ha trascendido en la región norteña de Galicia desde que él contó su historia a medios locales. Cuando el banquete estaba casi por terminar, los invitados salían del salón para lanzar fuegos artificiales pero nunca regresaban al restaurante.
El dueño de Carmen, quien dice que nunca ha visto algo parecido en casi cuatro décadas en el negocio, había recibido un depósito de 900 euros, pero dijo tener pocas esperanzas de recuperar el resto de la deuda.
Rodríguez dijo a The Associated Press que no se podía hacer nada porque eran hombres bastante musculosos.
Un portavoz del ministerio del Interior en León, provincia donde se reportaron los primeros dos casos, confirmó el lunes el arresto de un sospechoso.
Otro sospechoso que está prófugo tal vez abandonó el país, dijo un portavoz de la Guardia Civil, y se ha identificado a otros sospechosos. Pero no se dieron detalles para evitar dar aviso a los tramposos.
Los dos funcionarios hablaron bajo la condición reglamentaria de anonimato.