Premiada como la Mejor Foto del Año del prestigioso certamen World Press Photo (WPP) este jueves en Amsterdam, la fotografía captó el momento en el que José Víctor Salazar, un estudiante de bioanálisis de 28 años, ardía como una antorcha.

El fotógrafo de la AFP Ronaldo Schemidt logró el prestigioso premio a la foto del año del World Press Photo 2018 por una imagen de un manifestante enmascarado y en llamas durante una protesta en Caracas, anunció este jueves el jurado.

La foto de Ronaldo Schemidt se tomó el año pasado durante los violentos enfrentamientos entre la policía antidisturbios y opositores al gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro.

RFI: ¿Cómo se siente?

Ronaldo Schemidt: Pues me siento emocionado. Habría tres palabras para mí: estoy emocionado, un poco impresionado pero también comprometido. Me siento mucho más comprometido con mi trabajo con el periodismo, me siento con ganas de seguir haciendo esto. Esto que pasó es un paso en mi trabajo y a seguir con esta emoción.

¿En qué circunstancias tomaste la foto?

Pues fue durante unas protestas que hubo en Venezuela en Caracas el año pasado, fue el 3 de mayo del 2017. Hubo unas protestas y en un momento los manifestantes logran quitarle a una moto a la Guardia Nacional y la toman como trofeo. Alguien golpea a la moto, que está incendiada, y la moto explota. Este muchacho estaba justo enfrente y queda en el medio de la línea de la explosión, queda bañado en gasolina y sale corriendo. Yo estaba a un lado, estaba caminando de espaldas retirándome del sitio porque lo veía muy peligroso y de manera instintiva levanté mi cámara y empecé a sacar fotos sin saber todavía qué pasaba. Porque yo estaba casi dentro del fuego. Esto duró 12 o 14 segundos. Luego me di cuenta que había alguien que se estaba incendiando. Sus compañeros lo tiran al piso y lo apagan y luego parten a un hospital.

¿En ese momento te das cuenta que estás viviendo algo fuera de lo normal?

La violencia en una escena cotidiana pero en este caso se notaba que era algo diferente, que había escalado a un nivel superior. Pero yo no sabía que era algo excepcional porque uno está metido en la dinámica de la manifestación, de los gritos, las bombas, los enfrentamientos, los disparos. Pero yo sabía que había una buena foto y que había un problema grave porque este muchacho había sufrido este terrible accidente. Unos días después empecé a tomar conciencia del impacto de esta foto y a notar lo grave de que este muchacho se haya quemado y haya sufrido consecuencias de por vida y el impacto para mí de haber estado tan cerca de él. El impacto de darte cuenta que alguien se quemó al lado.

¿Qué le pasó a este muchacho?

Él logró sobrevivir, fue a un hospital y se recuperó bastante bien porque sufrió quemaduras en el 70% de su cuerpo. Le hicieron trasplantes y todavía está en proceso de recuperación. Yo no logré nunca hablar con él.

¿Qué dice esta foto de la situación en Venezuela?

Pues esta foto habla de lo grave de la crisis que se está viviendo en Venezuela. Es la punta del iceberg de una situación terrible. Está foto es un llamado de atención. Pero es mucho más profundo, hay una crisis humanitaria, falta de alimentos, falta de medicinas. Es un mensaje de resistencia. Él, a pesar de que se está quemando, sigue corriendo, no se rindió. Corrió hasta que se apagó. Para mí esa resistencia es la fuerza de alguien que se negó a aceptar lo que le estaba pasando y se levantó.

Yo como fotoperiodista, y creo que es la idea de todos los fotoperiodistas, es que si esta foto es publicada, y la gente la ve, entonces se da cuenta lo que está pasando en Venezuela. Ojalá las personas encargadas de solucionar este problema, sean entes gubernamentales u ONG, o el Gobierno, busquen soluciones para una población que es la que realmente está sufriendo las consecuencias de la crisis política. Yo me sentiría muy complacido si la comunidad internacional se interesa y de alguna manera se logra avanzar en los problemas que tiene en Venezuela.

Usted lleva 18 años en México ¿Cómo ve Venezuela?

Miro a Venezuela muy preocupado. Es el país donde crecí, donde estudié, donde está mi familia, muchos amigos. Me preocupa ver esta crisis, la falta de alimentos, de medicina, la delincuencia, la inflación impresionante. A pesar de que trabajo en el extranjero, cada vez que tengo que ir a trabajar a Venezuela voy con muchísimas ganas porque para mí es un reencuentro con mi casa. La situación en Venezuela me preocupa muchísimo.

¿Cómo es trabajar en Venezuela?

Se puede trabajar en Venezuela. Como en cualquier zona un conflicto hay que cuidarse mucho. Es difícil el asunto de la delincuencia. Durante los enfrentamientos había que tener mucho cuidado porque era violento, era peligroso.

Quiero agregar que el muchacho es la historia, yo sólo soy como un transmisor. Sólo estaba ahí para hacer lo que hago siempre, fotoperiodismo, contar una historia que está pasando. Lo importante es que él se haya recuperado y salvado y que además el mundo pueda ver, a través de esta foto, lo que está pasando en Venezuela.

ES

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