En el sexagésimo día de las protestas ciudadanas contra el golpe de Estado y por el derecho al voto, el pleno de la Asamblea Nacional honró a los venezolanos que han salido a manifestar pacíficamente, incluso a costa de su propia vida.

Los receptores del reconocimiento fueron ciudadanos anónimos que se han convertido en íconos de la protesta no violenta: Hans Wuerich, el muchacho que se presentó desnudo ante la GNB y aun así fue atacado; Carlos Albornoz, presidente de Fedenaga, por el simbolismo de las protestas del sector ganadero; Vladimir Galavís, el médico que abrazó a un GNB durante la marcha de los profesionales de la Medicina y fue golpeado con el chorro de agua de la ballena; los hermanos Mari y Tony Moreno, ella en silla de ruedas, que asisten a todas las protestas; María José Castro, la llamada “señora de la tanqueta”, que se interpuso con su bandera y el rostro cubierto con las manos, en la trayectoria del blindado; Victor Tag y Génesis Franceschi en nombre de todos los jóvenes voluntarios de primeros auxilios; y Arnoldo Benítez, diputado de la tercera edad que blandió una bandera gigante frente al cordón de la GNB en medio de gases lacrimógenos.

Wuerich y Galavis tomaron la palabra desde la tribuna de oradores. Wuerich vestía una camisa con el mensaje del Libertador que maldice al soldado que vuelve las armas contra su pueblo e hizo un llamado a la oposición: “Es hora de llevar la protesta a otro nivel. Hay que tomar la calle día y noche. Yo prefiero unos días o meses de roncha (sic) que 20 o 30 años más de dictadura”.

La plenaria aprobó un acuerdo que reconoce la memoria de los caídos, el valor de los que siguen protestando, condena la represión e insta al MP a investigar cada denuncia hasta dar con los responsables.


Al banquillo. En el mismo orden de ideas, los diputados disertaron sobre el uso desproporcionado de la fuerza de orden público, las denuncias de presunta tortura, la represión y la violación del ordenamiento jurídico durante la represión de las manifestaciones.

Luego de enumerar todas las actuaciones perpetradas por los cuerpos policiales, militares y civiles armados amparados por el Estado contra la población civil desarmada, que van desde el disparo a quemarropa de bombas lacrimógenas hasta los juicios en tribunales militares, pasando por torturas y tratos crueles, Henry Ramos (AD), resumió: “Esto no es simple represión, es terrorismo de Estado masivo y selectivo”. Por ende, sugirió, y así fue aprobado, elaborar un expediente que reúna todas las violaciones y actos atroces contra ciudadanos y sea presentado ante la Corte Penal Internacional.

La otra propuesta que resultó aprobada fue la formulada por Delsa Solórzano (UNT), presidente de la Comisión de Política Interior: “Debemos citar al ministro del Interior, Néstor Reverol, para que rinda cuenta de sus actuaciones ante esta Asamblea”.

Juan Guaidó (VP) le puso números a la represión al denunciar que en 60 días de manifestaciones el gobierno ha gastado 11 millones de dólares solo en bombas lacrimógenas: “Con esa cantidad se pudieron pagar 174.000 tratamientos de diálisis peritoneal”.

Rafael Guzmán (PJ) denunció que en ninguna de las protestas los cuerpos de seguridad cumplieron las cuatro fases para el control de protestas: mediación, disuasión, dispersión y prevención. “Reverol, Zavarce y García son los rostros de la violencia, y la justicia les va a llegar”, dijo.

El pleno también rechazó la venta a Goldman Sachs de 2,8 billones de dólares de la deuda pública en bonos de Pdvsa y, por último, aprobó un acuerdo que recoge sobre “las exigencias del pueblo y la AN para la restitución de la democracia”.

EL NACIONAL 

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