Tiago Mathías Chirinos, de un año, dormía junto a sus padres en un pequeño rancho del sector Santa Mónica en el municipio San Francisco. Ninguno sintió la agonía ni el sufrimiento del bebé. Al despertar lo hallaron muerto cerca del ventilador.
“Ellos duermen en una colchoneta en el piso, muy cerca del ventilador”, contó una tía del bebé, frente a la morgue forense. La familia presume que el niño rodó dormido, tocó con su cuerpo el ventilador y se electrocutó.
“El padre notó que el pequeño tenía la cabeza fuera de la colchoneta y pegada al ventilador. Lo cargó para cambiarlo de posición y sintió la corriente”.
El bebé estaba morado, no se movía ni respiraba. Asustados los padres salieron con el niño en los brazos para que recibiera atención médica. En el Centro de Diagnóstico Integral El Callao lo recibieron en la emergencia, pero ingresó sin vida.