Llega el momento de despegar y aterrizar durante un vuelo, y el personal del avión te pide amablemente que subas las persianas de plástico que cubren las ventanillas. ¿Por qué? La realidad es que no se trata de despertar a los pasajeros. Es una cuestión de seguridad.
Si la tripulación del vuelo nos pide que subamos las persianas es porque eso ayudaría a ver mejor lo que ocurre fuera en caso de que sea necesario evacuar el avión debido a una emergencia.
El despegue y el aterrizaje son los momentos más delicados de un vuelo y, estadísticamente, cuándo más posibilidades hay de que suceda algún percance, por eso tiene sentido que nos ordenen subir las persianas. Aparte de que eso permite al personal de cabina dar mejor las instrucciones en caso de evacuación, también sirve para que los pasajeros ajusten su visión a la luz exterior en caso de que necesiten salir del avión rápidamente.
Subir las persianas no es algo que pidan todas las compañías aéreas, pero si algún día te solicitan hacerlo, no te molestes. Es por una muy buena razón.