El pasado 3 de octubre Kim Kardashian vivió una verdadera pesadilla en París, cuando un grupo de hombres armados ingresó al lugar donde se hospedaba con el fin de robar sus pertenencias más preciadas.
En medio del asalto la estrella de Keeping Up With The Kardashians fue amarrada, amordazada y encerrada en el baño mientras los delincuentes reunían un gran botín valorado en unos 10 millones de dólares.
La mayoría de los objetos robados por estos antisociales fueron joyas, entre las cuales destaca el costosísimo anillo de compromiso que Kanye West le regaló a Kim cuando pidió su mano, y cuyo costo se estima alrededor de los 4.5 millones de dólares.
Ya todos sabemos el desenlace de esta historia. La autora de Selfish salió sana y salva de este temible encuentro con la realidad, sin embargo, dicho episodio dejó secuelas psicológicas en la madre de dos, y debido a ello, por unos tres meses, la más famosa del clan Kardashian-Jenner se ausentó por completo de las redes sociales y de la vida pública.
Por fortuna, ahora que la investigación en contra de sus asaltante ha dado resultados y ya existen sospechosos tras las rejas, Kim a retomado poco a poco su vida normal, aunque con un visible cambio en su estilo.
La investigación sobre el robo de Kardashian en la Ciudad de la Luz continúa avanzando, y en vista de ello se han develado más pruebas de aquella noche.
Recientemente la cadena de televisión francesa TF1 obtuvo imágenes inéditas de la escena del crimen y las compartió con el mundo.
TF1 también mostró imágenes de los sospechosos en zonas aledañas al lugar de hospedaje de Kim.
Incluso antes del robo, todos los sospechosos fueron avistados a plena luz del día en un café cercano al hotel de Kardashian.
