No existe un manual sobre relaciones y nadie nos puede, ni debe, guiar en el arte del amor. Más allá de los consejos que podemos escuchar de nuestras amigas o los tips que encontramos en nuestras páginas favoritas en materia de noviazgos, la experiencia es la única que nos da una buena base. Por eso, hay ciertas cosas a las que debemos ponerle atención. Por ejemplo, esos errores durante el primer año en los que debemos evitar caer. Y en caso de cometerlos, solventarlos cuanto antes. ¿Te imaginas de qué fallas estamos hablando? Acá te presentamos las cinco más comunes
No conocer a la familia del otro. Es normal, sobretodo para las chicas, dudar un poco sobre qué tan seria es la relación. Por eso, tardamos un buen tiempo en asegurarnos de que nuestro pretendiente es material para novio y lo podemos llevar a casa para que conozca a nuestros padres. Sin embargo, si ya pasó un año y ni él ni tú ha sido presentado a la familia política es mejor que tomen cartas en el asunto y apuren el encuentro.
Caer, irremediablemente, en la rutina. Aunque la espontaneidad no es algo para todos los días es peligroso que terminen siempre en lo seguro, porque se aburrirán antes de lo que piensan. No se vean siempre los mismos días ni acuerden ir a los sitios de siempre a comer o ver una película. De vez en cuando sorpréndanse uno al otro con alguna invitación inesperada. Dense la oportunidad de conocer juntos cosas nuevas.
Querer terminar la relación cada mes. Es normal querer desistir cuando las cosas se ponen difíciles, pero no es lo recomendable. Se dice que en el primer año de relación, una pareja que tiene futuro es porque ya terminó por lo menos una vez y lo superaron para darse una nueva oportunidad más, ¿será esto verdad? Claro, nada de peleas inmaduras; si van a discutir y plantearse terminar o seguir que sea por razones de peso.
No aceptar los errores del otro. Cuando aceptas y te enamoras de los defectos de la otra persona, prácticamente, la relación ha superado la más grande de todas las pruebas. Esto incluye el pasado, las fallas que hayan tenido, los descuidos al estar juntos. Solo después de esto y al abandonar el deseo de cambiar a la otra persona se puede confiar en que la relación hay futuro. Todos aman la luz, pero pocos aceptan la oscuridad.
Dejar el sexo para el futuro. No es que queramos darle más importancia de la que tiene el asunto, pero es importante llegar a ese terreno para conocerse por completo. Está bien que se tomen su tiempo, pero no lo posterguen por miedo o el qué dirán. Luego de esto, su comunicación también debería de mejorar, pues es fundamental que compartan sus experiencias, gustos, fantasías y demás información.