Su cuerpo cubierto de polvo, los cabellos totalmente revueltos y el rostro ensangrentado.

Parece totalmente desorientado. No llora, con una expresión que casi parece de resignación a la “normalidad” de la tragedia en Siria.

La foto de un niño sentado en una ambulancia tras un bombardeo en Alepo, la segunda ciudad siria, está dando la vuelta al mundo.

Es un símbolo potente, otro más en el interminable registro del dolor causado por la guerra civil en el país árabe.

El niño se llama Omran Daqneesh y tiene cinco años.

La imagen se hizo pública cuando el corresponsal del diario británico The Telegraph en Medio Oriente, Raf Sanchez, la publicó en su cuenta de Twitter luego de que se la enviara un médico que participó en las tareas de rescate.

Fue tomada de un video filmado y publicado poco después en Youtube por Aleppo Media Centre, un grupo de activistas contrario al gobierno.

Sin quejarse

El video muestra a Omran siendo retirado de los escombros y trasladado a una ambulancia.

El niño no se queja. Sólo intenta limpiar su mano en el asiento de la ambulancia.

Omran recibió tratamiento por una herida en la cabeza y fue dado de alta del centro médico donde fue atendido, conocido simplemente como M10.

Los hospitales son referidos localmente sólo por nombres en código, un intento de los médicos locales por proteger esos centros que han sido blanco de repetidos bombardeos.

Y el mismo hospital M10 fue blanco de un ataque aéreo este mismo mes.

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BBC MUNDO

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