Tres días después de haber sido detenido por las fuerzas militares de Augusto Pinochet el 12 de septiembre de 1973, Víctor Jara fue interrogado y brutalmente golpeado en uno de los vestidores del Estadio Chile.

El cantante de música popular chilena se encontraba bajo la custodia del teniente Pedro Barrientos, quien lideró las torturas y conspiró para asesinar a Jara, cuyo cuerpo apareció después con más de 40 balazos.

Así lo aseguró la demanda de los abogados de la familia Jara ante el jurado estadounidense que este lunes declaró que Barrientos fueresponsable de la muerte del ícono de la canción protesta en Chile.

El juicio se realizó durante siete días en una corte federal de Orlando (Florida) luego de que la viuda de Jara, Joan, y sus dos hijas, Manuela y Amanda, presentaran una demanda civil en contra de Barrientos en 2013.

Barrientos, de 67 años, huyó de Chile a EE.UU. en 1989 y reside actualmente en el estado de Florida.

Además de tener que pagar una compensación de US$28 millones a la familia Jara, Barrientos podría enfrentarse en el futuro a una extradición, si el gobierno de EE.UU. considera este precedente.

A pesar de los procesos legales e investigaciones que se han llevado a cabo a lo largo de los años, la muerte del cantautor no ha sido del todo esclarecida ni los autores e implicados en el crimen condenados.

Sin embargo, este juicio contribuyó a arrojar más pistas sobre qué ocurrió entre el 12 y el 16 de septiembre de 1973.

Testigos clave

En todas sus declaraciones, Barrientos negó conocer en esa época al popular cantautor y haber estado en el Estadio Chile (rebautizado Víctor Jara en 2003) en el momento de su asesinato.

Pero seis exsoldados del gobierno militar aseguraron en testimonios grabados en video desde Chile haberlo visto al menos unas 20 veces entre esos días.
Y uno de ellos, José Navarrete Barra, afirmó que Barrientos incluso llegó a jactarse del crimen que había cometido.
“Él dijo muchas veces que había matado a Víctor Jara”, aseguró en el video.

Según los abogados de las Jara, el 12 de septiembre de 1973 el general Sergio Arellano Stark envió a varios soldados al Estadio Chile, convertido en centro de detención y tortura luego de que Pinochet encabezara un golpe contra el presidente Salvador Allende el día anterior.
Las unidades enviadas al lugar incluyeron al regimiento Tejas Verdes, en el que Barrientos prestaba servicio.

Allí, él y sus subordinados mantuvieron a civiles que habían sido detenidos de forma arbitraria. Uno de ellos, Víctor Jara.

Tres días después, señala la demanda, Jara fue llevado a uno de los vestidores del estadio, donde fue víctima de interrogatorios y torturas por su postura comunista y por haber sido funcionario del gobierno de Allende.
“Luego de este cruel tratamiento, el exteniente Barrientos mató, hizo que otros mataran o conspiró para matar a Víctor Jara al dispararle en la cabeza y luego al cuerpo al menos cuarenta veces”, dice la demanda.

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